Cerca de cien catadores de 24 países van a valorar hasta el martes 1.559

vinos procedentes de 18 países productores

Único concurso internacional reconocido en España

Bacchus recupera en su undécima edición su carácter anual

Madrid, 16 de marzo de 2013. PPC.- En su sede tradicional, el viejo Casino de
la calle de Alcalá, en el corazón de Madrid, y organizado como siempre por la
Unión Española de Catadores (UEC), se pone en marcha hoy la undécima edición
del Concurso Internacional de Vinos Bacchus. Retos nuevos, dificultades viejas
y algunas disensiones internas no han impedido que Bacchus 2013 mejore
ligeramente las buenas cifras alcanzadas en la edición del año pasado.

Bacchus recupera la periodicidad anual tras el abandono de su dudoso colega,
los Premios Zarcillo, patrocinados y sólidamente respaldados por la Junta de
Castilla y León, con los que alternaba la organización del único concurso español
que se celebra bajo el patrocinio de la Organización Internacional de la Viña y
el Vino (OIV). La crisis general y alguna otra dificultad se han superado por la
trayectoria del concurso y el prestigio de la entidad organizadora, la UEC, que
ha visto renovado el respaldo de la OIV, de la Unión Internacional de Enólogos y
del Ministerio de Agricultura, que en las horas previas a la puesta en marcha del
certamen anunciaba que el Premio Alimentos de España al Mejor Vino se decidirá a
partir de los vinos españoles que hayan obtenido mejor puntuación en el concurso.

Fernando Gurucharri, presidente de la UEC, lamentaba que el anuncio no se
hubiera producido antes porque habría animado a una participación que, a
pesar de la crisis y de otros imponderables, mejora las cifras de Bacchus 2012.
Al cierre de la inscripción se registraba una participación de un total de 1.559
vinos procedentes de 18 países, que serán valorados a partir de hoy y hasta el
próximo martes por cerca de cien expertos catadores de 24 países, entre los
que se encuentran enólogos, periodistas especializados y una representación de
miembros del prestigioso Institute of Masters of Wine, entre ellos un clásico de
Bacchus como es John Salvi y el único MW español, Pedro Ballesteros.

La UEC es una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la difusión de la cultura del
vino y convertida en especialista en la organización de concursos de calidad, con
sellos de la solera Bacchus, de carácter internacional, o los Premios Baco, dedicado
a los vinos de la última cosecha que se celebrarán esta primavera en su vigésima
octava edición, o innovadores como el recién creado Albariños al Mundo, cuya
primera edición se se celebró en Londres, sin refuerzos financieros oficiales, el
pasado noviembre, todos ellos con el reconocimiento oficial del Ministerio de
Agricultura.

La organización puso en marcha Bacchus cuando España era el único país vinícola
importante que no contaba con un concurso internacional auspiciados por los
entes vinícolas internacionales. Inaugurado con carácter anual en 1993. Tres
años después, a raíz de algunas maniobras de trastienda político-cutre, alternó
ese carácter con los Premios Zarcillo, concurso regional que se convirtió en
internacional para luego perder el respaldo económico (se hablaba de un millón de
euros, tres veces más que el presupuesto que se estima a Bacchus) de la Junta de
Castilla y León, que, no obstante, parece querer dar marcha atrás con un nuevo y
poco comprensible respaldo a otro concurso que pasó sin pena ni gloria por Sevilla

y acaba de repetir similar éxito en Valladolid.