©JARDÍN BOTÁNICO

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Madrid, 12 de noviembre de 2015. MS. – El Pabellón Villanueva del Real Jardín Botánico de Madrid acoge, hasta el próximo 10 de enero, la exposición “La vid, el vino y el CSIC”, una muestra que pone de relieve la trascendencia de la vitivinicultura en la historia y la ciencia a través de un recorrido por dos siglos de investigación. Un trabajo llevado a cabo desde el CSIC (precursor en este ámbito del conocimiento y más de 20 patentes registradas) que testimonia como ya desde la prehistoria, durante la cultura ibérica y tartésica, en la época romana o incluso en Al –Andalus, donde a priori estaba prohibido, era habitual tomar vino en todos los estamentos sociales.

A partir de más de cien paneles informativos, la exposición pone de manifiesto la trascendencia del vino, la vid y la cultura vinícola en nuestro país como parte de nuestra singularidad; su influencia en el arte, la música, la literatura y la arquitectura, pero también en la evolución del idioma y del paisaje a lo largo de los años, sin olvidar su trascendencia desde el punto de vista económico, científico y de la salud.

El recorrido por la muestra comienza con un centenar de variedades de uva de las que existen en España, primer país del mundo en superficie de viñedo y con 69 denominaciones de origen. Además, encontramos un espacio dedicado al herbario más antiguo del mundo (1802), obra del ampelógrafo Simón de Rojas Clemente, primer científico que desarrollo un método para describir variedades. Luego, yacimiento arqueológicos que datan de la antigua Mesopotamia y Egipto ponen de manifiesto que en aquellos momentos la vid y el vino formaban parte de la vida cotidiana, tanto para el disfrute del hombre como con un uso medicinal y cosmético. Numerosas referencias en escritos bíblicos, en la literatura, en lugares de culto y necrópolis o en pinturas murales analizan sus técnicas de cultivo y redes de distribución y comercio, desde la antigüedad hasta nuestros días. También se recogen investigaciones centradas en la relación del vino con la salud, y las propiedades de compuestos presentes en la uva y el vino: el resveratrol como antioxidante, o recientes ensayos que señalan el uso de polifenoles para tratar afecciones intestinales, bucales e incluso como complemento ante determinados tipos de cáncer.

PANEL EXPOSICIÓN CSIC BOTÁNICOLa adaptación del cultivo al evidente cambio climático, cómo afectará a las enfermedades propias de la vid y la forma de combatirlas, o cómo aprovechar los residuos y productos derivados de la producción del vino son temas tratados en la parte final de la exposición, donde además se recrea una bodega experimental y recoge los últimos avances tecnológicos de la viticultura de precisión, como el uso de drones.

Planificada hasta el 31 de diciembre, la cantidad de visitas recibidas (más de 20.000 visitantes) ha animado a la organización a prorrogarla hasta el 10 de enero. La exposición cuenta con la participación de 29 centros de investigación, más de cien científicos del CSIC, y la colaboración de nueve bodegas pioneras en su apuesta por la I+D+i: Terras Gauda, Grupo Estévez, Abadía da Cova, Vega Sicilia, Freixenet, Herederos del Marqués de Riscal, Lustau-Grupo Luis Caballero, Borsao y Alto Moncayo, junto a otras entidades como la Plataforma Tecnológica del Vino de España.