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Madrid, 17 de octubre de 2011.- RP.- Lavinia Madrid cerró el pasado sábado durante unas
horas la calle Ortega y Gasset (en plena milla de oro de la moda madrileña) para ofrecer
una degustación de vinos y gastronomía de Castilla y León durante la celebración de “Las
Vendimias de Lavinia”. A la cita acudieron 15 bodegas de las denominaciones de origen Ribera
del Duero, Cigales, Rueda, Toro y de la indicación geográfica Vinos de la Tierra de Castilla y
León, junto a tres mesas que ofrecían capón, jamón o queso. Según la organización, unas 3.500
personas desfilaron por la alfombra roja para tomar vinos y tapas.

Para el enólogo de Viña Pedrosa, una de las bodegas presentes en la cita madrileña, José
Manuel Pérez Ovejas, “es un orgullo acercar la cultura del vino a la gente, esto es bueno para
todos” y además, “las bodegas que están aquí son una gran representación de los vinos de
Castilla y León”. Destacó también la cantidad de gente que se acercaba a las mesas a pedir
vinos con un conocimiento “mayor del que nos pensábamos” sobre estos y resalto que, dado
el precio de la entrada (de diez euros para no socios y seis para socios de Lavinia, con derecho
a cinco consumiciones), probar los vinos del nivel de los presentes era una oportunidad única,
que, “de otro modo supondría mucho más dinero”.

Entre los vinos que los visitantes pudieron degustar se encontraban algunos de los más
emblemáticos y prestigiosos de la región, como el Parcela el Picón (DO Ribera del Duero) de
Pago de los Capellanes, el Pintia (DO Toro) de Vega Sicilia, La Garona (DO Toro) de Estancia
Piedra, Naiades (DO Rueda) de Bodegas Naia o César Príncipe (DO Cigales), vinos que en
muchos casos rondan en tienda los 30 euros por botella.

La directora de las bodegas toresanas Estancia Piedra, Inma Cañibano, destacó que todos
los visitantes, de uno u otro modo habían pedido los vinos y solicitado información sobre
ellos: “no han venido diciendo solamente y ya está, sino que se han
interesado por él”. También señaló la gran calidad de las bodegas presentes en la degustación,
que “representan muy bien a la denominación y están a la altura de la calle donde nos
encontramos”.

La fiesta estuvo acompañada también de dos grupos de jazz y bossa nova con cierto aire retro
y con pisadores de uva que escenificaron durante la tarde una escena típica de la vendimia.