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Madrid, 28 de mayo de 2013. AP. Más de 150 vinos de todos los rincones del

mundo y la apertura cada hora de botellas de marcas significativas, sirvieron para

dar lustre a la fiesta de inauguración de El Mostrador de Vila Viniteca. Situado

en pleno barrio de Salamanca (General Díaz Porlier, 45), es segundo paso del

negociant barcelonés en Madrid tras la puesta en marcha de una distribuidora

de vinos hace unos años. No se trata de una tienda de vinos (los tenderillos de

manguito que tanto abundan en la capital pueden respirar aliviados) sino de un

punto de encuentro en el que Quim Vila y su equipo planean organizar catas,

presentaciones y todo tipo de actividades en torno al vino.

Por el momento la fiesta de inauguración celebrada ayer a lo largo de todo el día

fue una demostración de su poder de convocatoria, con asistencia de la nómina

casi al completo de los sumilleres madrileños, la prensa especializada y muchos

clientes directos. El Mostrador sirvió para abrir casi todo el amplio catálogo de los

vinos representados por Vila Viniteca, incluida su colección de marcas propias,

como La Mujer Cañón, El Equilibrista, El Perro Verde y otros nombres singulares.

Además hubo una iniciativa peligrosa que tendía a casi imponer la permanencia

en la tienda, probando vinos austriacos, neozelandeses, americanos y de todas

las zonas españolas mientras se aguardaba a la apertura, cada hora, de una

botella mítica. En esa pasarela desfilaron etiquetatas como el burdeos Le Pin ’06,

el californiano Shafer Hillside Select Cabernet Sauvignon ’01, el porto Niepoort

Colheita ’37, el champán Salón Blanc de Blancs ’99, los hispanos con apellido

internacional Clos Erasmus ’10 y Pingus ’05 (en formato de tres litros) o el

armagnac Château de Laubade ’48, que cerró la fiesta ya entrada la noche.