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Madrid, 12 de septiembre de 2012.-RP.- Garnacha y altitud es una combinación que, en España y gracias al (o a causa del) cambio climático está funcionando de manera efectiva en denominaciones de origen como Madrid o Méntrida, donde la región de Gredos está dando elaboraciones con esta uva que están sorprendiendo por su frescura y carga de fruta. Pero no es tan común encontrarse con una bodega de Rioja donde se repita este tándem. Lo sabe bien Ramón Bilbao, que acaba de lanzar un vino cuyo nombre, Viñedos de Altura, ya da pistas sobre sus características. “Aquí en Rioja siempre nos hemos centrado en la Tempranillo” comenta el director de Ramón Bilbao, Rodolfo Bastida, “pero han tenido que venir los mercados de exportación para enseñarnos el verdadero valor de la Garnacha”.

El nuevo vino, cuya primera cosecha es la de 2009, responde a una necesidad de adelantarse a las consecuencias del cambio climático para la viticultura, y que está llevando a muchas bodegas a buscar viñedos a mayor altitud para facilitar el equilibrio en la maduración de las uvas. En el caso de Ramón Bilbao, Bastida explica Bastida que el vino se ha elaborado con Tempranillo y Garnacha en las mismas proporciones, ya que “buscamos que ambas variedades tengan la misma importancia en el vino, lo que no suele hacerse por aquí, puesto que se utiliza la Garnacha como complemento”. Pero la principal característica es que el vino procede de viñas plantadas en parcelas situadas entre los 650 y 700 metros de atura en Tudelilla (Rioja Baja) y Villalba de Rioja (Rioja Alta). La Garnacha se cultiva en la región de Rioja Baja, “el terreno idóneo” para esta variedad, comenta Bastida. El resultado, tras un paso por barrica donde también se cuida la expresión varietal, es un vino que quiere destacar la fruta aunque sacrifique parte de los taninos y el color que proporcionan las uvas maduradas a menor altitud.

La producción total de la primera añada asciende a 57.000 botellas que se comercializan ya a 13 euros PVP. Desde la bodega recomiendan servirlo para acompañar comidas de tipo oriental o platos de cocina peruana.