pp

INFORMACIÓN DEL VINO

Vionta

La marca

Vionta es el nombre de una de las islas (la segunda en extensión) que, junto a la capitana Sálvora, ‘vigilan’ la boca de la ría de Arousa, la más extensa de las rías gallegas y la más vinícola, ya que a sus costas se asoman los viñedos del valle del Salnés. Es esa la subzona más emblemática de la DO Rías Baixas, la que cuenta con más viñedo y mayor número de bodegas. Entre ellas, en el mismo corazón del valle del Salnés, está Bodegas Vionta, la filial gallega del grupo Freixenet. Se cumplen justamente diez años desde que se creó la marca Vointa pero sólo hace dos que la casa hegemónica del cava cuenta con bodega propia en la zona. En la primera etapa Vionta se puso en marcha en el famoso Pazo Baión, uno de los proyectos vinícolas que motivó aquel apelativo de ‘narcoalbariño’ que se acuñó en los años ochenta cuando algunas de las costosas inversiones realizadas en la construcción de bodegas en la joven DO Rías Baixas soportaban la carga de la sospecha sobre el origen del dinero. En este caso fue más que una sospecha ya que el fundador de Pazo Baión era el tristemente famoso capo Laureano Oubiña. Cuando fue procesado, la justicia se incautó de la bodega y de otras propiedades del reo y entre 1995 y 2013, Freixenet se encargó de la gestión de la viña y de la bodega. Después, cuando se subastaron las propiedades de Oubiña, el Pazo Baión se adjudicó Adegas Condes de Albarei, una de las cooperativas del Salnés, y Freixenet tuvo que mudar la residencia de su Vionta. En junio de 2013 compró la antigua Bodegas Agnus Dei, otra casa de atribulada trayectoria: formaba parte del grupo Vinum Terrae, con el que se relacionaron nombres como Manuel Cabezas, que fue gerente de la Cooperativa del Ribeiro, alcalde de Orense y cofundador de Bodegas Valdamor, también en el valle del Salnés, Horacio Gómez, que fuera presidente del Club Celta de Vigo, o Julio Fernández Gayoso, el famoso (y procesado) presidente de Caixanova. Esa entidad bancaria acabó por ser a partir de 2008 la propietaria de prácticamente la totalidad de las acciones, que pasaron a Novagalicia Banco, entidad que finalmente la vendió al grupo Freixenet. Son sólo dos años pero seguramente sean los más plácidos de la azarosa historia de la marca y de la bodega a la que ahora da nombre un blanco que busca su camino entre los albariños comerciales respetuosos con el carácter varietal. Cuenta el equipo de Bodegas Vionta con 30 hectáreas de viñedo propio, que se complementan con la compra de uva en el entorno próximo del valle del Salnés, y con todo lo necesario en una bodega-bombonera, con mérito en su construcción y en las excepcionales vistas que domina, con el valle del Salnés a los pies y la ría de Arousa, y la isla Vionta, en el horizonte.

La cata



vistaVista: Amarillo pajizo con pálidos tonos dorados; no entra en la línea actual de blancos casi sin color en la que se laminan incluso los tonos dorados típicos de los vinos de Albariño.


vista Nariz: Con bien definido carácter varietal aunque no es muy intenso; aromas frutales sencillos y finos, con delicados tonos de frutas blancas maduras, herbáceos frescos, florales y un apunte de cítricos que configuran un perfil bien definido de albariño, aunque le falta un punto de pegada.

vista Sabores: Seco, fresco, vivo; tiene una magnífica acidez bien ajustada y bien arropada por el cuerpo, que transmite sensaciones de frescura, lo mismo que una nota amarga de salida que prolonga la sensación sápida del vino; ligerísimo toque salino que evoca la cercanía del Atlántico.

vista Sensaciones táctiles: Ágil en el paso de boca, no hay nada que interfiera un paso de boca fácil, fluido, con una ligera textura glicérica en el centro y tacto muy suave, casi sedoso. Unido al equilibrio en lo sabores, configura un albariño de trago largo.

vista Aromas de boca y posgusto: Como en la nariz, resulta más bien sencillo pero con rasgos frutales muy claros de Albariño maduro y con finura; con respecto a las sensaciones de la nariz, destacan más las notas cítricas y de frutas blancas bien maduras, como peras de agua.

vista Sensación global: Albariño de trago largo, fresco, fluido, sin gran complejidad pero sin interferencias extrañas. Línea comercial bien diseñada, sin perder de vista la variedad y sin concesiones que la vulgarizan, como dulzores o aromas tecnológicos.

La evolución

Perfilado para un consumo inmediato, pero la casta varietal debería proporcionar una buena evolución en el medio plazo. No perderá su frescura en dos o tres años y seguramente desarrollará los aromas con matices más evidentes de cítricos confitados y de miel de bosque. Después irá perdiendo cualidades de forma lenta, a lo largo de otros dos o tres años de vida.

El servicio

Debe ser servido en torno a 6ºC para que alcance los 8ºC durante el consumo. A esa temperatura inicial sin duda no se favorece la percepción inmediata de los aromas, pero se impulsan las sensaciones de fluidez y, sobre todo, el carácter refrescante. De todas sus fragancias se exponen en muy pocos minutos y son evidentes en los aromas de boca. No es necesaria ninguna operación de trasiego y tampoco se observan precipitaciones causadas por las bajas temperaturas ni siquiera cuando el vino permanece varios días a temperatura de frigorífico.

La gastronomía

Vionta ’14 tiene clara vocación de acompañante de los productos del mar. Va bien con una amplia gama de elaboraciones pero con preferencia por los platos de producto sin gran intervención en la cocina. La primera opción son, lógicamente, los mariscos gallegos (o no, como las gambas del sur) cocidos, crudos e incluso en fórmulas muy de actualidad, como carpaccio o cebiche no demasiado ácido, y se defiende bien ante fórmulas complicadas, como las vieiras gratinadas o las vinagretas. En el capítulo de los pescados, mejor los pescados blancos al horno, a la sal o al vapor, pero también los fritos, como la merluza a la romana, o los salseados no excesivos, como rape en salsa verde o merluza con almejas; las pequeñas xoubas a la brasa son también una gran opción, como las sardinas, que han de ser casi vivas de puro frescas, los boquerones fritos o algunas conservas, como la melva. Va bien con pasteles de marisco, de pescados y de verduras, con tempura de verduras y hortalizas y con empanadas (mejor las de hojaldre que las típicas gallegas con sus excesos de cebolla y de pimiento). Y es buena opción con aves de corral, sobre todo en fiambre, con albóndigas en salsa suave, con carnes frías, con codillo cocido y con el clásico lacón gallego. En quesos, los gallegos de vaca (do país, arzúa o el difícil de encontrar cebreiro) pero con interesantes prestaciones junto a los magníficos picones asturianos.