LA CATA

Aspecto

Amarillo pajizo muy pálido.

Nariz

Amplio, directo, muy fino, con sensación de frescura, sin rasgos de sobremaduración ni de verdor. Fragancia varietal reconocible, con recuerdos vivos de cítricos (pomelo, mandarina) y flores blancas (azahar, jazmín), fondos almizclados.

Boca

Excelente paso de boca, con dulzor moderado, sin excesos de azúcar, matizado por una buena acidez, por la refrescante chispa de carbónico y por el fino amargor terpénico (característico de la variedad) de salida; amplio y fino carácter varietal de perfecta madurez en los aromas de boca y en el largo posgusto; queda un recuerdo vivo de uvas Moscatel en sazón.

Evolución

Es un producto de consumo directo, mejor en el corto plazo, aunque se puede mantener gracias al carbónico durante un año al menos. El tapón, reutilizable, permite una correcta conservación durante cuatro o cinco días después de abrir la botella, aunque su autora, Adriana Ochoa, sostiene que muy pocas veces se guarda una botella sin terminar…

Servicio

Temperatura: 5-6ºC.

Gastronomía

Es un divertimento, una bebida de trago fácil y grato, al aire libre, como un refresco (incluso admite algo de hielo) o en lugar de una copa. Va bien entre horas, con fruta fresca (picotas, naranja, melón, piña), en el aperitivo, con frutos secos (almendras fritas, nueces) o sopas frías (vichyssoise, gazpacho o salmorejo) aromatizadas con albahaca o hierbabuena, y con postres de fruta; buen acompañante de todo tipo de frutas frescas, incluidas las difíciles frutas tropicales (mango, guayaba) y otras también complicadas, como la chirimoya o el níspero. También con postres de frutas más elaborados, caso de la macedonia, la manzana al horno, el melocotón en almíbar, las peras al vino, filloas, dulce de castañas o incluso tartas de manzana o de queso.