Daoíz y Velarde, 19. Santander
Tel. 942 213 062

www.bodegacigalena.com

restaurante-cigalena-platoUn establecimiento referente en Santander asentado en la cocina tradicional y con una carta de vinos que lo convierte en dirección obligada para quien guste de conocer, probar y disfrutar etiquetas de toda clase y condición. Pero empecemos por el principio. Estamos ante un local con larga historia abierto en 1949 por el abuelo de Andrés Conde donde después trabajó junto a su padre (también Andrés) y que desde hace años dirige él, la tercera generación, junto a su hermano Juan. Podemos referirnos a esta casa como restaurante, bar, bodega o museo del vino, es un todo en uno.
LaCigalena_fachadaEl nombre procede de la localidad vallisoletana en la que ellos nacieron, Cigales, y la decoración, rústica, la conforman objetos de lo más variados pero entre los que tienen un especial protagonismo su colección de botellas, sin obviar los jamones, ajos o pimientos, unos colgados y otros amontonados en unas estanterías interminables. Andrés, sumiller y gran conocedor del vino, dispone de un local aledaño que hace las veces de bodega y donde reúne elaboraciones de las más variadas procedencias y tipos, entre los que se cuentan champagnes y vinos de muchas partes del mundo. Su máxima, no incluir en la carta nada que no le guste, con lo que el aficionado y todo aquel al que le guste conocer vinos tiene en esta casa el disfrute asegurado asegurado. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que es de las mejores ofertas vinícolas de la ciudad si no la mejor.
restaurante-cigalena-plato1Respecto a la cocina, tradicional y en la que manda el producto, es sencilla, clásica, sin excesos de ningún tipo ni maquillajes. Buenas entradas, como las anchoas caseras (que azonan, limpian y ponen en aceite de oliva), y platos como el bonito, el San Martín y el cabracho, a la plancha o cocido, o el chuletón de buey. El recetario apenas varía más allá de lo que marca la temporada. No obstante, no es necesario sentarse en el comedor para saborear esta cocina porque a la entrada disponen de una barra de pinchos igual de exitosa donde mandan los pimientos con anchoas, el jamón o las croquetas caseras, entre otros. Acompañados, si se quiere, de una buena oferta de vinos por copas. Sin duda un local para no perderse si pasa por Santander, y vecino de la popular y más que ambientada Plaza de Cañadío, dirección indispensable al caer la noche para saborear una copa en buena compañía aunque en verano pueda resultar excesiva…