Es la hora de los que en teoría son los grandes tintos de una cosecha calificada el la Ribera del Duero como excelente. Ya están en la calle los reserva y equivalentes de la cosecha ’99, un dígito que, paradójicamente, llegó acompañada de polémica.

En pocas ocasiones ha sido tan “conveniente” la calificación comercial de una cosecha como en la “excelente” del ’99. Al finalizar el año se confirmaba que, por segundo año consecutivo, habían descendido las ventas de vino en la zona. A lo largo de 1999 se vendieron 17,8 millones de botellas, casi un millón menos que en 1998 y casi cuatro menos que en 1997. El dato parecía marcar una tendencia y el final de aquello de “lo tengo todo vendido” que marcó toda la década de los noventa en la zona, que trajo la escalada imparable de precios y la llegada de un buen número de nuevas bodegas.

Aunque la calificación de cosecha no es efectiva hasta transcurridos al menos dos años, cuando salen los “crianza” y similares, se hace notar antes al crear expectativas. La comercialización se puede beneficiar de esas expectativas y hasta de la polémica que casi siempre acompaña a esas calificaciones generales de calidad en una zona tan diversa y amplia como la D.O. Ribera del Duero. De una forma u otra, lo cierto es que los consejos reguladores tienden a ser más generosos en las calificaciones cuando hay mucho vino que vender.

Al margen de las cualidades de esa cosecha, en las fechas cercanas a la vendimia se confirmó la llegada de una etapa nueva, del fin de los días de vino y rosas, en los que las bodegas no vendían el vino, sino que abrían sus puertas para que se los compraran. Y se los quitaban de las manos de forma que hubo años de gran escasez. Cuando pasó esa etapa venturosa quedaron en evidencia muchas cosas, sobre todo en lo que se refiere a las serias carencias comerciales de la mayor parte de las bodegas, pero también en su escasa capacidad de maniobra y hasta en la calidad, que ya era puesta en entredicho en voz baja, pero que quedó un tanto en evidencia cuando había dónde elegir.

El buen paño en el arca se vende
En la segunda década de los ochenta, la D.O. Ribera del Duero se había convertido en una especie de Jauja donde todo valía, todo se vendía bien y caro y no había otro problema que decir no, con mayor o menor altanería, a todo el que se acercaba a comprar vino. Algunos incluso eliminaron los vinos jóvenes de sus gamas, en parte porque perdieron competitividad a toda marcha por el elevado coste de las uvas (un tinto joven ribereño se ponía en cerca de 1.000 pesetas y los media crianza las superaban) y en parte porque esperando unos meses más aún se obtenía mayor beneficio.

Así las cosas, las grandes envasadoras de vinos jóvenes o media crianza emigraron hacia el vino de mesa y dedicaron a crianza vinos que antes no daban la talla y a reserva una parte de los que estaban destinados a crianza. Eso cuando se discriminaban los vinos destinados a cada categoría, que muchas veces era el mismo vino sometido a diferentes plazos de envejecimiento. Se verificaba, en consecuencia, un cierto “adelgazamiento” de los vinos de crianza y reserva, acentuado en parte por la llegada paulatina de grandes reservas y, sobre todo, por la creación de vinos especiales, los vinos de selección y los vinos de pago, sea empleado el término pago en ambos sentidos: procedentes de una viña concreta y con precios aún más altos.

Esa pérdida de casta en algunos vinos y su ausencia en muchas de las nuevas marcas no fue obstáculo para que los precios se mantuvieran altos. Y tampoco lo fueron las advertencias que empezaban a llegar sobre los precios, a los que se atribuyó el descenso de las ventas, y sobre la calidad. Hacia la vendimia del ’99 aún no se había generalizado la alarma: el precio de la uva estaba sobre las 350 pesetas el kilo y no parecía que hubiera una marcha atrás en el horizonte. El cosechón del 2000, unido al pinchazo de ventas en el frustrado “efecto 2000”, vendría a cambiar todo eso, pero por el momento las bodegas seguían instaladas en su actitud un tanto arrogante.

Y ahora sobra vino
Esa actitud dio alas a otros vinos concurrentes en el mismo segmento que los de la Ribera, como los riojas de vanguardia, los tintos catalanes más modernos, los nuevos vinos de Toro, los del Somontano, que ya se hacían grandes, y otros. Los tintos de la Ribera se enfrentaron a una competencia creciente y a un cierto resentimiento en unos mercados muy castigados durante la etapa de escasez: en algunas zonas, como la misma ciudad de Valladolid, se dio incluso un cierto boicot a las bodegas de la Ribera.

La entrada en producción de las numerosas nuevas viñas que se han plantado en la Ribera, a veces en terrenos de altos rendimientos y no muy aptos para la calidad, vino a acentuar tanto el problema de la falta de casta de muchos vinos como el de la cantidad de vinos sin vender. La guerra comercial era inevitable y se ha dado sobre todo en las gamas más bajas de precios, aunque no se puede decir que la bajada haya sido espectacular, sino más bien un frenazo en la escalada.

Lo que no se ha detenido es la aparición de nuevas bodegas, que en octubre eran 128 embotelladoras, más otras 16 que se preparan para lanzar sus primeros vinos. En menos de un año se han incorporado más de 30 nuevas bodegas en la zona. Se reparten la producción de unas 16.000 hectáreas de viñedo, que en la cosecha 2001 (aún no hay datos disponibles sobre la vendimia de 2002) produjeron casi 30 millones de litros de vino, una cosecha bastante inferior a la de 2000, en la que se produjeron más de 50 millones. Un simple cálculo sobre unas ventas que no superan los 25 millones de botellas da una idea del problema comercial al que se enfrenta la zona.

Cosecha calificada como “excelente”
Aspectos comerciales al margen, la cosecha ’99 fue recibida como una de las grandes de la década. El invierno fue frío y largo, por lo que el proceso de la viña se retrasó y las temidas heladas primaverales no afectaron en absoluto, luego subieron las temperaturas y cerca de la vendimia hubo precipitaciones que volvieron a retrasar el proceso. En los vinos jóvenes se destacó la intensidad y estabilidad de color y se pensó que serían vinos muy bien dotados para las largas crianzas.

Como es habitual, la cata de los vinos pone en evidencia la injusticia de esas calificaciones. Del mismo modo que en cosechas complicadas no todo el vino es malo (al contrario, las buenas bodegas seleccionan y pueden hacer vinos excelentes aunque en producciones cortas), en las cosechas excelentes sale mucho vino mediocre. No hay enormes sorpresas en la cata realizada, en la que se pudo calibrar la calidad de más de medio centenar de vinos de la categoría reserva o equivalentes. Son los vinos estrella de las bodegas, con los que cada casa da el do de pecho; son los vinos a los que se les exige capacidad de evolución, a veces superior incluso a la de los destinados a gran reserva, que en muchas ocasiones salen al mercado ya maduros, listos para su consumo inmediato.

Alión ‘99
Tinto reserva
Bodegas y Viñedos Alión
Calificación: 19,5/20
Mucho carácter y rico en matices. En la nariz destacan notas de fruta muy madura, con
Tonos especiados, minerales y sutiles balsámicos. Consistente en la boca, muy bien equilibrado, con cuerpo y firmeza, sabroso, muy expresivo en aromas y muy largo.

Hacienda Monasterio ‘99
Tinto reserva
Bodegas Monasterio
Calificación: 19,5/20
Muy elegante, atractivo, con sensación de armonía y de fuerza al mismo tiempo. En la nariz destacan notas de frutas rojas bien maduras, con tonos especiados, balsámicos, minerales y finos tostados. Carnoso en la boca, graso, aterciopelado, redondo, lleno.

Malleolus ‘99
Tinto
Bodegas Emilio Moro
Calificación: 19,5/20
Consistente y con mucha casta, redondo y elegante. Muy expresivo en aromas, con notas de apurada maduración de la uva y elegantes tonos balsámicos (mentol, regaliz, monte bajo) y minerales. Estructurado y potente, textura grasa, armonioso, muy largo.

Pago de Carrovejas Cuesta de las Liebres ‘99
Tinto
Pago de Carraovejas
Calificación: 19,5/20
Gran finura en un conjunto vigoroso. Aroma concentrado y potente de apurada madurez de la uva, notas balsámicas, de tinta, brea y café. Poderoso en la boca, con cuerpo y notable calidad en sus taninos, acidez perfecta y gran potencia de sabores y de aromas.

Pesus ‘99
Tinto
Bodegas Hermanos Sastre
Calificación: 19,5/20
Un tinto grande de la Ribera, consistente y expresivo. Aroma concentrado y potente de uva bien madura, con fondos minerales (brea) y especiados. Muy buena estructura en la boca, con cuerpo y equilibrio, intenso en sabores y amplio en aromas de boca.

Valsotillo ‘99
Tinto reserva
Bodegas Ismael Arroyo
Calificación: 19,5/20
Elegante, expresivo, con aromas de gran finura: fruta bien madura, especias, minerales, trufa, tinta, café; profundo, muy rico en matices. Muy bien equilibrado en la boca, con cuerpo y consistencia, sabroso, amplio, expresivo y rico en matices, redondo, largo.

Aalto PS ‘99
Tinto
Bodegas Aalto
Calificación: 19/20
Potente y con elegancia, lleno sin ser pastoso. Aroma profundo, muy rico en matices: fruta madura, monte bajo, especias, maderas finas, hoja de té. Con nervio y potencia en la boca, gran equilibrio, textura suavemente grasa, sabroso, expresivo en aromas, largo.

Arzuaga Reserva Especial ‘99
Tinto reserva
Bodegas Arzuaga Navarro
Calificación: 19/20
Concentrado, maduro, sólido y fresco, con gran atractivo. Aromas de fruta bien madura sobre fondos minerales (turba, grafito), ahumados y especiados (pimienta negra). Estructurado en la boca, con mucho cuerpo y noble vigor, equilibrado, sabroso, amplio.

Convento de San Francisco ‘99
Tinto crianza
Bodegas Convento de San Francisco
Calificación: 19/20
Gran personalidad y finura. En la nariz destaca un fino carácter frutal, con notas de frutas rojas bien maduras y elegantes recuerdos de monte bajo (jara, orégano). Mucho peso en la boca, con cuerpo y equilibrio, vigoroso, carnoso, aterciopelado, potente.

Dominio de Pingus ‘99
Tinto
Calificación: 19/20
Algo cerrado pero muy sugestivo en la nariz y con magnífico paso de boca. Destaca su marcado carácter frutal (madurez) matizado con notas minerales, tostadas (café), lácteas y especiadas. Lleno en la boca, carnoso y con fuerza, taninos de gran calidad firmes pero no rudos, sabroso, potente, equilibrado, amplio.

Regina Vides ‘99
Tinto
Bodegas Hermanos Sastre
Calificación: 19/20
Con mucha potencia no exenta de elegancia. Aroma muy rico en matices, dominando fruta madura, notas minerales y un toque ahumado y mineral. Poderoso en la boca, bien armado, noblemente tánico, corpóreo, sabroso, muy expresivo en aromas, persistente.

Carmelo Rodero Vendimia Seleccionada ‘99
Tinto
Bodegas Rodero
Calificación: 18,5/20
Personalidad en clave de finura y cuerpo mediano. Aroma muy fino, con sensación de madurez de fruta y toques de maderas de calidad; fondos minerales, especiados y de tinta. Bien armado en la boca, sólido pero sin aristas, sabroso, equilibrado, amplio.

Emilio Moro ‘99
Tinto
Bodegas Emilio Moro
Calificación: 18,5/20
Rico en matices aromáticos, con evocaciones de fruta bien madura, notas especiadas y fondo mineral; recuerdo balsámico (piñones). Bien armado en la boca, con cuerpo y potencia, equilibrado, taninos firmes sin puntas, expresivo, buena persistencia.

Monte Villalobón ‘99
Tinto
Grandes Bodegas
Calificación: 18,5/20
Muy sugestivo en la nariz, con nítidos recuerdos de uvas muy maduras (compotas) y tonos de especias y minerales, fondo de tinta y café negro. Llena la boca, tiene cuerpo y potencia, redondo, aterciopelado, carnoso, sabroso, equilibrado y muy expresivo.

Pago de Carrovejas ‘99
Tinto reserva
Pago de Carraovejas
Calificación: 18,5/20
Con la casta clásica de la Ribera pero tal vez con más matices aromáticos. Notas minerales y de madurez de uva, toques tostados y de especias negras, fondo de brea y trufa. Goloso en la boca, redondo, carnoso, sabroso, con marcadas notas de madurez.

Abadía de San Quirce ‘99
Tinto reserva
Bodegas Imperiales
Calificación: 18/20
Muy fino aunque le falta desarrollo en la botella. Aroma potente y concentrado de fruta bien madura con notas delicadas de maderas finas. Bien armado en la boca, firmes taninos y bastante cuerpo, sabroso, equilibrado, bastante amplio (notas de madera).

Arzuaga ‘99
Tinto reserva
Bodegas Arzuaga Navarro
Calificación: 18/20
Profundo, equilibrado, con nervio y vigor. Aroma algo cerrado pero muy fino, con notas frutales y minerales, toques de tinta y café. Potente en la boca, con bastante cuerpo y sólidos taninos de buena calidad, aterciopelado, sabroso, amplio, buen equilibrio, largo.

Valderiz Tomás Esteban ‘99
Tinto
Bodegas y Viñedos Valderiz
Calificación: 18/20
Personalidad, calidad y fuerza. Aromas de madurez de fruto y de bien media crianza, notas lácteas, tostadas y especiadas. De cuerpo medio, potente y con nervio, taninos de gran calidad algo faltos de doma, sabroso, equilibrado, muy frutal en aromas de boca.

Bagús ‘99
Tinto
Bodegas López Cristóbal
Calificación: 17,5/20
Desarrollado y con energía. Complejo en la nariz, con aromas minerales y tostados que no dificultan sensaciones frutales de gran finura; notas balsámicas y de café. Buen paso de boca, vigoroso pero sin puntas, sabroso, equilibrado y muy amplio en aromas.

Carmelo Rodero ‘99
Tinto reserva
Bodegas Rodero
Calificación: 17,5/20
Fino, frutal, con sensación de frescura en todas las fases. En la nariz predominan recuerdos de fruta bien madura sobre fondos especiados, tostados, de tinta y de brea. De cuerpo medio, bien equilibrado y con noble fuerza, firmes taninos nobles, amplio.

Pesquera ‘99
Tinto reserva
Bodegas Alejandro Fernández Tinto Pesquera
Calificación: 17,5/20
Redondo, bien trabajado por la crianza. Sugestivos aromas de crianza sobre tonos de fruta bien madura, toques de especias y de maderas nobles, fondito de coco. Con cuerpo y buen equilibrio de sabores, potente pero redondo, expresivo en aromas.

Valtravieso
Tinto
Bodegas y Viñedos Valtravieso
Calificación: 17,5/20
Marcado y fino carácter frutal. Aromas de ciruelas negras bien maduras con toques especiados, de tinta y minerales (brea). Muy buen equilibrio en cuerpo medio, sensación de frescura por una buena acidez y por el carácter frutal, noble fuerza, sabroso.

Viña Pedrosa ‘99
Tinto reserva
Bodegas Hermanos Pérez Pascuas
Calificación: 17,5/20
Elegante en aromas, algo ligero en la boca. En la nariz destacan finos tonos frutales bien engarzados con notas de crianza y un toque de café. De mediana constitución en la boca, con ciertas puntas tánicas, equilibrado, bien de sabores, amplio y largo.

Viña Sastre Pago de Santa Cruz ‘99
Tinto
Bodegas Hermanos Sastre
Calificación: 17/20
Bien armado, vigoroso y equilibrado pero falto de doma en la botella. En lanariz destacan notas especiadas y de fruta bien madura, con un fino toque balsámico. Con cuerpo y potencia en la boca, taninos algo duros, sabroso, amplio, persistente.

Marqués de Velilla ‘99
Tinto reserva
Grandes Bodegas
Calificación: 17/20
Amable, bien tratado por la crianza. En la nariz destacan notas especiadas de crianza sobre un fondo frutal. De cuerpo medio, buen equilibrio en un paso de boca bastante suave sin que le falte nervio; potencia de sabores, bastante amplio, buena persistencia.

Valduero ‘99
Tinto reserva
E. Valduero
Calificación: 15,5/20
Tiene fuerza y nervio, pero le falta definición; tal vez está corto de botellero. Aromas frutales y especiados con un toque metálico (hierro caliente). Muy entero en la boca, con taninos reforzados por una viva acidez, potente en sabores, notas de roble.

Briego ‘99
Tinto reserva
Bodegas Briego
Calificación: 15/20
Duro en la boca, fino en la nariz. Aromas frutales con tonos bastante marcados de madera nueva estufada y toque de monte bajo. Estructurado en la boca, con cuerpo y taninos en punta que dan un paso un tanto rústico. Cabe esperar buena evolución.

Torresilo ‘99
Tinto
Cillar de Silos
Calificación: 15/10
Calificación: 15/20Atractivo en la nariz, durillo en la boca. Aromas de frutas rojas maduras matizadas por notas tostadas y un recuerdo lácteo, toque de vainilla. Tieso en la boca, con taninos sin domar que dan un paso astringente; sabroso, buen equilibrio.

Fecha publicación:Diciembre de 2002
Medio: Vinos y Restaurantes