Tras un período de crecimiento, las cifras del vino en el mundo se han estabilizado. No es una foto fija: se producen cambios llamativos, como la irrupción de China como potencia productiva de primer orden. España aparece en los primeros ligares en casi todas las listas.



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Las estadísticas de la superficie de viñedo y la producción de vino en el mundo proceden de la OIV, organización integrada por los diferentes países productores y consumidores de vino. Se produce así un bucle burocrático: a los estamentos estatales se suma la propia burocracia de la organización. La consecuencia es que cumplido el primer tercio de 2016 las estadísticas consolidadas más recientes corresponden a 2013, con el consuelo de una estimación sobre 2014.

Según esa estimación, hace dos años había en el mundo más de siete millones y medio de hectáreas de viñedo y esa cifra encadenaba tres años de crecimiento después de haber descendido de forma constante desde los casi 7,9 millones de 2004 hasta los poco menos de siete y medio de 2011.

España se mantiene a la cabeza de países cultivadores de viñedo con poco más de un millón de hectáreas (las cifras más actualizadas del Ministerio de Agricultura dejan la cifra por debajo del millón). Esa posición se ve amenazada por la potencia emergente, China, encaramada al segundo lugar con casi 800.000 hectáreas y en una curva de crecimiento parece que imparable: en sólo cinco años ha crecido en más de un treinta por ciento y ha sobrepasado a Francia (792.000 hectáreas) e Italia (690.000), ambas en descenso, que históricamente formaban con España la trilogía dominante en cultivo de la vid.

El viñedo chino es de cuño moderno y perfilado con un carácter industrial. Está diseñado para producir kilos de uva y el éxito es indudable: China es ya el primer productor mundial de uva con más de once millones de kilos (la cifra suma toda la producción, incluida uva fresca y pasas), casi el doble que España y por delante de los siete millones de Estados Unidos, la otra fuerza emergente en viticultura, y los menos de siete de Francia e Italia.

La trilogía clásica europea se ve seriamente amenazada, aunque en el cómputo de producción de vino Francia sigue en cabeza con casi 47 millones de hectolitros en 2014, que superan los 44 de Italia y los poco más de 38 de España. Estados Unidos es el cuarto productor con algo más de 22 millones de hectolitros y China cae en esta lista al octavo puesto con algo más de once millones. La producción total de vino en el mundo, según estimación de 2014, fue de 270 millones de hectolitros.

El cuadro se completa con la comercialización internacional de vino, ranking en el que se destaca España en primer lugar en cuanto a volumen de vino exportado, con más de 22 millones y medio de litros y un crecimiento de casi el 22 por ciento con respecto a 2013, aunque en valor se sitúa en quinto lugar con menos de 2.500 millones de euros, la mitad que Italia (cinco millones de euros para 20,5 millones de hectolitros) y menso de la tercera parte que Francia, que lidera la estadística al recaudar 7,7 millones de euros por la venta de algo más de 14 millones de hectolitros de vino exportado.

Donde no aparece España para nada es en la lista de importadores de vino, encabezada por Alemania, que compra fuera de su país más de quince millones de litros, Reino Unido, que supera los trece, y Estados Unidos, casi once, aunque es líder en valor con un gasto que supera por poco los cuatro mil millones de euros. Presencia curiosa y significativa es la de Francia, cuarta, con más de seis millones aunque es décima en valor; gasta en vino extranjero unos 620 millones de euros. Le siguen dos países-panacea para muchas bodegas: Rusia compra 4,6 millones de hectolitros y está en descenso, al contrario que China, que crece hasta superar los cuatro millones y medio de litros. Otro destino destacado es Japón, que ocupa el décimo lugar en cuanto a volumen con 2,7 millones de hectolitros pero el quinto en valor de los vinos comprados, más de 1.200 millones de euros.

Publicado en junio de 2016

en el monográfico de PlaentAVino

100 cosas que hay que saber para entender el vino actual