Viñas de Gain supuso el primer impulso en vinos con crianza de una joven bodega que ya empezaba a sonar como la productora de uno de los mejores tintos jóvenes de Rioja Alavesa. Más adelante vendrían los Pagos Viejos, Viña el Pisón o Grandes Añadas, pero con Viñas de Gain la bodega entraba en una nueva dimensión.

Artadi fue fundada en 1984 como cooperativa. En esa cosecha lanzó al mercado su tinto joven Artadi, que sería el nombre por el que todo el mundo conocería a una casa cuya denominación oficial es Cosecheros Alaveses. Eran años en los que muchos de los pequeños cosecheros de Rioja Alavesa comenzaron, con la ayuda de las instituciones autonómicas o provinciales, a comercializar sus vinos embotellados. Hasta ese momento vendían sus vinos a granel o en botellas anónimas, en ocasiones con la precinta de la D.O. Rioja como único vestido, pero casi siempre a botella desnuda.

Eran vinos en su mayor parte jóvenes, aunque alguno se animaba a envejecer en barricas de dudosas cualidades, y en su mayor parte fruto de la ancestral elaboración en lagos abiertos y a partir de racimos enteros, sin despalillado (separación del grano y el escobajo o raspón, la estructura vegetal del racimo) y sin estrujado del fruto.

En esos años lo habitual es que los cosecheros vendieran su producción a granel a las grandes firmas de Rioja, tanto de la zona alavesa como del otro lado del río, que, naturalmente, escogían los mejores depósitos. En consecuencia, lo que los viticultores vendían no era precisamente lo más recomendable y el llamado “vino de cosechero” en la mayor parte de los casos no lucía precisamente por su calidad.

La moda imperante hace veinte años de los “vinos jóvenes frescos y afrutados, según se decía, en una fórmula que salía así, de corrido, pareció una buena ocasión para reivindicar esos vinos de cosechero y para impulsar su calidad, contribuyendo de paso a mejorar las economías de los cosecheros. Así nacería un buen número de marcas nuevas, entre ellas Artadi, que pronto se destacaría como uno de los mejores.

En muy poco tiempo Artadi se granjeó un bien ganado prestigio y contribuyó de forma decisiva a vestir de etiqueta a los vinos tintos jóvenes, a los tintos de cosecheros elaborados mediante maceración carbónica. Eran términos todos ellos que sonaban nuevos incluso en los oídos de buena parte de los aficionados más aventajados y que aún en la actualidad no se puede decir que hayan llegado del todo al gran público.

Artadi fue el primero en entrar en las cartas de los restaurantes de cierto nivel, lo que viene a constituir para los vinos algo así como la alternativa de los toreros. Entró por la puerta grande y parecía lógico que la bodega ampliara su campo a los vinos de crianza, un salto importante que en aquella época era más difícil que hoy ya que el Consejo Regulador exigía que las bodegas tuvieran cien barricas para calificar a sus vinos como “crianza”. Esa fue una de las razones de que muchas pequeñas bodegas, que no podían comprar tantas barricas, utilizaran barricas usadas, de segunda o tercera mano. Muchas de las bajas calidades de algunos de esos vinos se debían al uso de esas barricas en malas condiciones.

Cosecheros Alaveses no sólo no entró en ese juego peligroso sino que fue pionera en los ensayos con diferentes tipos de barricas que hoy son tan habituales y que sacaron al rioja de la monotonía del clásico roble americano. El primer Viñas de Gain, correspondiente a la cosecha ’87, fue el resultado de esas experiencias, realizadas desde la inexperiencia por Juan Carlos López de la Calle, artífice de la bodega e inspirador de sus vinos, y Benjamín Romeo, hasta hace pocos meses enólogo de Artadi.

En su éxito pudo influir la personalidad que le confería en las primeras cosechas el cóctel de diferentes tipos de madera que intervenía en el vino. Sin embargo, parece claro que el peso principal sería de los viñedos seleccionados para este vino. Gain significa altura en vascuence y las viñas de las que procede el vino eran precisamente eso: las plantas situadas a mayor altitud en los viñedos de la bodega.

Con el paso del tiempo, lo responsables de la bodega fueron definiendo los tipos de madera adecuados para su crianza y al mismo tiempo fueron conociendo mejor las posibilidades de sus viñedos. De ese conocimiento fueron saliendo los nuevos tintos, los reservas Pagos Viejos y Viña El Pisón y, en la cosecha ’94, el Grandes Añadas. Eran viñedos que en una primera fase aportaban sus uvas al Viñas de Gain, pero no parece que el crianza hay acusado su falta, a juzgar por la línea de continuidad que demuestra a través de las cosechas.

En esta cata histórica no pudimos contar con las dos cosechas más comprometidas de la historia de la marca, ’93 y ’97, de las que la bodega no conservó botellas, y una tercera, las del ’96, presentó el frecuente accidente de contaminación causado por el tapón de corcho. No obstante, las once cosechas catadas hablan de un crianza de altura, de los que tienen consistencia para vivir más allá de los tres o cuatro años de vida útil que suelen ser habituales entre los vinos de su tipo.

Una cata histórica que muestra una continuidad en el estilo hasta la cosecha ’94, a partir de la cual parece que se percibe un paso más allá en cuanto a concentración y potencia. Hay un ligero cambio que mantiene al Viñas de Gain entre los vinos de vanguardia de Rioja. A partir de la cosecha ’98 la bodega decidió repudiar las indicaciones de crianza o reserva en todos sus vinos. No obstante, el Viñas de Gain mantiene ese carácter de hermano menor en la gama de los vinos de la bodega. Pero es un hermano menor con fuerza, que no defrauda a los que decidieron guardar alguna botella en las debidas condiciones.

Viñas de Gain ’87
Rojo rubí-teja con tonos castaño. Evolucionado pero no oxidado, con tonos de reducción, fondos de café y cacao y ligeros recuerdos de fruta confitadas. Muy pulido en la boca (sedoso), con cuerpo y potencia de sabores, muy buena acidez, expresivo en aromas de boca y muy largo, con notas frutales en el posgusto. Muy desarrollado pero entero, complejo y elegante. Sorprende su buena evolución.
Calificación: 7,5/10

Viñas de Gain ’88
Rubí-teja de buena intensidad, tonos castaño. Evolucionado, con algunos síntomas de oxidación: piel de cacahuete y algo de cuero, potente reducción (le viene bien una oxigenación cuidadosa); fondos de frutas confitadas. Se está empezando a desmoronar en la boca pero no está acabado; destacan algunas notas secantes de la madera y una acidez ligeramente desligada. Notas de incipiente oxidación en el posgusto.
Calificación: 6,12/10

Viñas de Gain ’89
Rubí bien cubierto, marcado ribete teja con tonos castaño. Complejo y elegante en la nariz, con muchos matices: marcado carácter especiado y notas de compotas de fruta, toques de cedro y de café; fino y franco. Muy bien equilibrado en cuerpo medio, con nervio (acidez viva, bien conjuntada) y muy suave (sedoso), expresivo y elegante en aromas de boca y muy largo. Para beber; se mantendrá bien dos años más.
Calificación: 9/10

Viñas de Gain ’90
Rojo cereza-rubí intenso; marcado ribete teja. Muchos matices de buena evolución en la nariz: especias, maderas finas, elegante reducción, frutas confitadas… Sabroso, vivo y lleno en la boca, con excelente equilibrio, taninos muy pulidos pero firmes, magnífica acidez que le da nervio, muy expresivo en aromas de boca y muy largo, con un ligero punto basto en la salida, tal vez de madera, y un amplio y elegante posgusto.
Calificación: 93,5/10

Viñas de Gain ’91
Rubí-cereza de buena intensidad, marcados tonos teja en el ribete. Potente en la nariz, franco y con muchos matices: recuerdos de maderas finas, frutos secos tostados, frutas rojas y negras bien maduras y elegantes fondos de brea y tabaco; toques de monte bajo. Ligeramente falto de armonía en el paso de boca, con tacto secante y acidez algo despegada; conjunto algo abierto. Pasó su mejor momento, pero hubo vino.
Calificación: 6,25/10

Viñas de Gain ’92
Rubí-teja muy intenso, tonos castaño en el ribete. Sugestivo en la nariz, con bouquet especiados y recuerdos muy claros de fruta bien madura y sana que dan al conjunto sensación de frescura; fondos de aceitunas negras. Muy buena estructura en la boca, carnoso y lleno, con alguna punta de roble que ya no pulirá, sabroso, muy amplio en aromas de boca y muy largo, con recuerdos de fruta en el posgusto.
Calificación: 8,25/10

Viñas de Gain ’94
Rojo cereza-rubí intenso, ribete teja. Potente y vivo en la nariz; base de frutas muy maduras y notas minerales, tonos tostados (café) y especiados (clavo, pimienta), fino fondo animal. Magnífica estructura en la boca, con mucho cuerpo (carnoso) y taninos de gran calidad (aterciopelado), acidez muy bien conjuntada (vivo), sabroso y muy expresivo en aromas. Con casta para vivir no menos de 4 o 5 años más.
Calificación: 9,65/10

Viñas de Gain ’95
Rojo cereza intenso, ribete rubí-teja. En la nariz predominan los matices frutales (frutas rojas) con tonos balsámicos muy finos que le dan frescura; notas de crianza discretas y elegantes (fondos de maderas finas y cuero); muy entero. Estructurado y vigoroso en la boca, ligeramente cálido y astringente, carnoso, sabroso, amplio y fino en aromas de boca y muy largo; toque secante de salida. Vivirá 4-5 años al menos.
Calificación: 9/10

Viñas de Gain ’98
Rojo cereza intenso, ribete rubí-teja poco marcado. Muy frutal en aromas, con recuerdos de frutas rojas y zarzamora, maderas finas, regaliz y toque de hierbas aromáticas; potente y expresivo. Redondo y lleno en la boca, vigoroso, con nobles taninos y viva acidez, sabroso, carnoso, muy amplio y vivo en aromas de boca (frutos silvestres, buena madera), largo posgusto frutal. Se puede guardar más de 5 años.
Calificación: 9,5/10

Viñas de Gain ’99
Rojo cerezaintenso y vivo, aún con tonos violáceos. Aroma potente de fruta (compotas, sensación de madurez) con tonos discretos y finos de crianza y fondos florales y de café. Potente y estructurado en la boca, con equilibrio y fuerza, tiene cuerpo (carnoso) y potencia de sabores, con marcado carácter frutal en aromas de boca y en el amplio y largo posgusto. En fase de armonización en la botella; vivirá más de 5 años.
Calificación: 9,25/10

Fecha publicación:Mayo de 2002
Medio: TodoVino