actualizado el 3 de abril de 2012

El enólogo de Cuatro Rayas, Ángel Calleja, durante una cata en Intervin 2012

Madrid, 29 de marzo de 2012.- RP.- En pleno día de huelga general y con los pasillos casi vacíos, Alimentaria e Intervín, el salón vinícola de la feria internacional, cierran hoy sus puertas. El ambiente que se aprecia hoy en el salón, según cuenta el periodista Ramon Francàs, es de tranquilidad. Los asistentes esta mañana no han tenido problemas para acceder (otros días ha habido embotellamientos a las horas de apertura y cierre) y se pueden ver algunos stands cerrados por falta de personal, que, bien porque hacen huelga, bien porque previendo problemas en el acceso y los vuelos de vuelta al origen han cambiado sus vuelos, no han acudido a esta última jornada del Intervin de la crisis, que también ha visto recortada su duración en un día respecto a la edición 2010. Sin embargo, el resto de los días se ha notado una intensa actividad en la mayor parte de los stands de los expositores.

Intervin, el espacio dedicado al vino de la feria, ha notado también las dificultades económicas que atraviesa el país y ha dejado notar ausencias de grandes y pequeñas bodegas hasta entonces habituales, entre ellas Gramona (que optó por montar una exhibición paralela en un hotel cercano junto a Bodegas Roda), González Byass, Domecq Bodegas, Perelada o Muga, habituales en otras ediciones. En total, informa Francàs, 59 bodegas menos han visto sus espacios de otros años ocupados por los destilados, cada vez más presentes, e incluso los aceites. Entre las razones se cuentan la crisis o el destino del presupuesto hacia otro tipo de acciones.

Nuevos vinos

Premium, la isla de elite en Alimentaria

Es tradicional que Alimentaria dé muestras de una descoordinación tan absurda que a veces parece que se haga boicot a sí misma. Es lo que ocurrió con la gala con la que se quería impulsar Premium, una especie de feria dentro de la feria, un salón dedicado a productos de élite que ha pasado inadvertido en anteriores ediciones. Se puso en marcha la gala con un horario que excedía en algo el de la feria y eso causó serios problemas. Para empezar, muchos de los invitados, convocados a las 18.30 horas, no pudieron acceder porque a esa hora ya no se admitía la entrada en la feria. Alguno, después de todo el día en la feria, salió para cambiarse de ropa y no pudo volver a entrar (“ni periodista ni hostias”, fue la amable respuesta de uno de los empleados de seguridad de Alimentaria). Y los que se quedaron, pudieron encontrar el aparcamiento cerrado a horas tan intempestivas como las 21:00 en aparcamientos municipales que ni siquiera guardaron las mínimas medidas de seguridad y dejaron en el interior vehículos que podrían haber supuesto un peligro terrorista.

Una de las actividades más comunes entre las bodegas participantes es aprovechar Intervin, que congrega a medios de comunicación internacionales y patrios, para presentar nuevas añadas, diseños de botellas y sobre todo, vinos aún inéditos en el mercado hasta entonces. Es el caso de los nuevos varietales de Codorníu, Gran Codorníu Chardonnay Reserva y Gran Codorníu Pinot Noir Vintage, recién presentados ayer. Se trata de dos cavas parcialmente fermentados en barrica que tratan de rescatar una elaboración tradicional del grupo e incluso se nombran como unos antiguos cavas de la bodega catalana. Bodegas Ponce (DO Manchuela) presentó su blanco Reto 2011, elaborado con la variedad autóctona albilla, mientras que la bodega tarraconense Edetària (DO Terra Alta) aprovechó el salón para lanzar su primer rosado, a partir de garnacha peluda, y un nuevo tinto de gama alta, Finca La Personal, obtenido de las 1.200 cepas de garnacha peluda de la parcela con el mismo nombre, con más de medio siglo.

Cavas de Codorníu en Sant Sadurní d’Anoia

Otra de las bodegas que presentó sus vinos en sociedad fue Castillo de Villafranca, ubicada en ese emblemático lugar berciano atravesado por el Camino de Santiago, donde las viñas se encuentran dentro del recinto, a modo de clos francés. Tres son hasta ahora los vinos que se han lanzado: Ceuve 2010, vino joven, Firmo 2009, con 12 meses de crianza, y Castillo de Lauras 2009, con 15 meses, todos ellos elaborados con la uva autóctona del Bierzo, la mencía.

La bodega Cuatro Rayas, que elabora una amplísima gama de vinos (hasta 12 millones de botellas) en la DO Rueda firmados por el reputado Ángel Calleja, presentó en Intervin una apuesta para acercar el vino a los que aún no lo conocen, con un blanco ligeramente dulce y de baja graduación alcohólica, Dolce Bianco. Lo presentó durante una cata horizontal de algunos de sus mejores vinos, entre ellos el Cuatro Rayas Bicentenario o su vino emblema, del mismo nombre que la bodega.

Torres aprovechó el salón para presentar a compradores y prensa su línea de vinos ecológicos chilenos, blanco, tinto y rosado, llamados Las Mulas. Acústic Celler, la bodega del joven Alberta Jané, que elabora vinos en Montsant y Priorat, presentó añadas nuevas y un vino al que aún no ha puesto nombre, perteneciente a esta última denominación.

En Premium, el espacio donde se concentraron los productos de alta gama de Alimentaria (el jamón Joselito, los productos de la huerta navarra la Catedral, los helados Mövenpic, entre otras delicias), se pudieron ver algunas de las novedades del Grupo Jorge Ordóñez, que vive en continua remodelación por la necesidad de cubrir bajas producidas por la venta de algunas bodegas y la separación de la familia Gil y por la propia creatividad de su promotor y el equipo enológico. Catamos Nisia ’11, Verdejo old vines (viejas viñas) que es un nuevo retorno del malagueño a la DO Rueda, y Taima ’11, blanco de Merseguera y Macabeo adscrito a la DO Alicante.

La uva Merseguera, característica variedad blanca levantina que tiene su mayor asentamiento en la subzona Alto Turia, de la DO Valencia, es básica también en el nuevo vino de Bodega Mustiguillo. Toni Sarrión se ha ido a una zona límite de cultivo de la vid, un pago del municipio de Requena situado a 920 metros sobre el nivel del mar, para conseguir la necesaria frescura en sus vides, cultivadas en el formato tradicional en vaso, de Merseguera, Viognier y Malvasía. Es la fórmula varietal de Mestizaje Blanco ’11, un vino muy interesante que sale fuera del amparo de la DO Utiel-Requena, como básico vino de mesa.

Entre las novedades destaca la resurrección milagrosa de Adegas Galegas. Apenas unos días después de su compra por Bodegas Martín Códax, en Alimentaria se presentaban dos de sus vinos, D. Pedro de Soutomaior y Dionisos. Comunicación contradictoria: los nuevos propietarios insisten en que seguirán una política de continuidad para unas marcas como Veigadares y otras, que, obviamente, mantienen el recuerdo de lo grandes que fueron. Los hechos se llevan mal con las palabras: hay rediseño más o menos profundo de etiquetas, las elaboraciones se diseñan desde el equipo enológico de Cambados y a poco que se explican, cuentan que han eliminado los aspectos de elaboración y del carácter de los vinos que no les gustaban. El resultado es un D. Pedro de Soutomaior que en una primera impresión parece puesto al día en ligereza y sencillez.

Sin salir de la DO Rías Baixas, Deusa Nai ’11 es el albariño que presentaba la emblemática riojana Bodegas Marqués de Cáceres. Se elabora siguiendo la fórmula “embotellado por A para B” pero con seguimiento estrecho de los enólogos de la firma de Cenicero. Estaba recién embotellado pero se dibujaba bien en línea de albariño serio. Saldrá en abril.

Se presentaron muchas segundas marcas, vinos más asequibles en precio y también en su estilo, como el rioja con ánimo de amplio espectro que prepara el grupo La Navarra, propiedad de la familia Belasco, que cuenta con bodegas en Navarra (Bodegas Marco Real, Señorío de Andión), Toro (Viñedos de Villaester), Rueda (Viña del Sopié) y Argentina (Belasco Baquedano). La excepción es el anuncio de Teso La Monja, un tinto de alta gama de la bodega del mismo nombre, perteneciente a la rama prestigiosa de la familia Eguren, la propietaria de Sierra Cantabria, Viñedos de Páganos y Señorío de San Vicente. Botella extraña, estuche de lujo y vino de muy alto nivel que se está vendiendo en “primer” y saldrá a la calle en otoño. Coincide con el nacimiento de Románico, un tinto de vocación popular y muy buenas prestaciones, y con el rosado Sierra Cantabria, muy fresco y frutal en línea ligera clásica.

La imagen del Cava Torelló diseñada por Custo para este año

Otra casa grande con nuevo hermano menor es la alavesa Bodegas y Viñedos Pujanza, que lanza Hado de Pujanza ‘09, fruto de cierto descarte realizado en las barricas del tinto Pujanza. El vino es fresco, franco, con mucha fruta y muy atractivo en su sencillez, pero lo que más le gusta a su autor, Carlos San Pedro, es “cómo ha dejado a Pujanza, que se separa bien y va hacia un perfil de mayor empaque para que no se hagan competencia”. Habrá que esperar para comprobarlo porque la cosecha correspondiente, Pujanza ’09, saldrá el año que viene.

Entre las bodegas que presentaron nuevas imágenes en sus productos destacó la ya esperada de Torelló firmada por Custo Barcelona, que este año precisaba de unas gafas de colores, puesto que está confeccionada para verse en tres dimensiones, o las nuevas etiquetas de Altos de Losada y Casar de Burbia, ambas de la DO Bierzo, y del riojano Monte Real Crianza (Bodegas Riojanas).

Homenajes y catas, protagonistas

Aprovechando que el próximo mes de abril se conmemorará el centenario del hundimiento del Titanic y que Henri Abelé (Champagne del Grupo Freixenet) era una de las seis marcas presentes en el majestuoso barco hundido en el Mar del Norte, la casa se ha atrevido a rescatar lo que en su día era el billete para acceder al malogrado crucero y colocarlo en una edición especial de su Brut Traditionnel limitada a 4.000 botellas, disponibles en tiendas especializadas y en los actos conmemorativos del hundimiento, por un precio de 40 euros. El director de comunicación de la casa, Pedro Bonet, afirmó haberse sorprendido con la cantidad de “titánicos” que se encuentran por todo el mundo, conocedores y aficionados a todo lo que rodea al célebre hundimiento.

Otra de las bodegas que celebraba aniversario y lo compartía en Intervin es Fariña (DO Toro), creando un vino que, en palabras de su propietario, Manuel Fariña, “es para que todo el mundo pueda compartir nuestra celebración”. Se trata del tinto Fariña 70 aniversario III Generación, del que se han embotellado 100.000 unidades y que se podrá adquirir por unos diez o doce euros.

Un siglo es lo que conmemora la Cooperativa Falset Marça (DO Montsant) con su Etim 100, un vino que de momento no se venderá pero con el que se trata de mostrar la evolución en la elaboración vinícola en tres etapas marcadas desde la fundación de esta bodega. Las uvas que lo componen son también emblemáticas en la zona: garnacha y cariñena.

También hubo lugar para las catas, organizadas por bodegas y entidades para promocionar vinos en conjunto. Es el caso de la vertical de Mas La Plana que para la ocasión preparó Torres, similar a la que ya realizó el primer año de Enofusión en Madrid en 2011, y de la colección de vinos de Freixenet firmados por Alfonso Heredia, director técnico del grupo y autor de celebridades como Valdubón, Nauta o Vionta.

Una de las catas más esperadas fue la caótica degustación de garnachas del mundo, presentada en catalán e inglés por el presidente de la Asociación Catalana de Sumilleres, Xavier Ayala y el consultor estadounidense experto en vinos del Ródano Kelly McAuliffe. Entre los quince vinos elegidos se encontraban garnachas francesas e incluso una australiana, además de vinos catalanes elaborados con esta uva en algunas de sus variedades, tinta, blanca y peluda. Esta cata fue uno de los actos de presentación de la zb>nueva asociación Terra de Garnatxes, de la que forman parte cuatro bodegas catalanas (Vinyes Doménech, Masia Serra, Edetària y Clos Figueres) y que se dio a conocer de manos del secretario general de FIVIN, Domingo Valiente, el director general de INCAVI, Jordi Bort, la presidenta de la Asociación Grenache Symposium, Nicole Rolet, y el presidente de Terra de Garnatxes, Joan Ignasi Domènech.

Entre el resto de actividades han estado las jornadas de afterwork propuestas por el Instituto de Vinos de Oporto o los cócteles y combinados de los stands de destilados, además de la presentación de las adhesiones del Manifiesto de Barcelona, promovido por Wineries For Climate Protection y la Federación Española del Vino, que mostraron su actividad y sus puntos clave en Barcelona.