.comMarimar Torres, su Hija Cristina y sus dos perros a la entrada de su bodega
en Sebastopol, California

La bodeguera impartió una cata de algunos de los chardonnays y pinot noirs que elabora en
sus bodegas de Sonoma Valley (California)

Madrid, 15 de junio de 2011.- RP.- Marimar Torres, propietaria de la bodega californiana
Marimar Estate y hermana del actual presidente de Bodegas Torres, Miguel Agustín
Torres, dirigió ayer en su Club de socios de Madrid una cata de algunos de sus vinos más
representativos en la que fue la primera comparecencia de un miembro de la familia Torres en
estas instalaciones para dirigir una degustación.

Marimar Torres está volcada desde hace años en la viticultura enológica y biodinámica como
herramienta para que los vinos expresen el terreno y con el convencimiento de que “es
la manera de invertir en el futuro del viñedo”. La catalana, afincada en Sebastopol, en el
norte de California, se dirigió a un grupo de miembros del Club Torres para contarles su
filosofía vitivinícola a través de la cata de algunos de sus chardonnays y pinot noirs más
representativos. Para ella, el término winemaker, que literalmente significa “hacedor de vino”
en inglés, es pretencioso, puesto que son las uvas las protagonistas de la elaboración.

Marimar Torres comentó que ha elaborado su primer vino de albariño y chardonnay en lo que
cree que es el primer coupage de estas características. Cuenta que se llevó de España las cepas
de albariño para plantar allí en 2004 y que comenzó a elaborarlo con la intención de hacer
un monovarietal de albariño californiano, aunque su primera producción, la de 2009, no se lo
permitió y tuvo que mezclarlo con chardonnay. Para este año, asegura, hará tanto el vino de
mezcla como el monovarietal, dado el éxito comercial del primero.

Los vinos del condado de Sonoma de Marimar Estate proceden del Russian River Valley, donde
están las 24 hectáreas que componen el Viñedo Don Miguel (nombre de su padre) y del Valle
de Freestone, donde se encuentra el Viñedo Doña Margarita, ocho hectáreas en una finca de
72 rodeada de flora y fauna autóctonas. Ambos terrenos se encuentran muy cerca del Pacífico
y están influidos por su clima, dando como resultado unos vinos de carácter muy fresco.

Durante la cata los aficionados probaron el Acero Chardonnay 2009, elaborado en depósito y
sin crianza en barrica, el Chardonnay 2008 La Masía, fermentado en barrica y con nueve meses
de crianza en roble francés, y los Pinot Noir La Masía 2006 y Mas Cavalls 2006, este último
procedente del Viñedo Doña Margarita.

Entre sus otros vinos, comenta que tiene dos selecciones de viñedo a los que ha puesto los
nombres de dos de sus tres perros, Chico y Bonita (tenía un tercero llamado Brandy), unos
springer spaniel que tienen también tienen sus esculturas a escala a la entrada de la bodega.

Marimar cuenta ya con la colaboración de su única hija, Cristina, en las tareas vitivinícolas.
Cristina se ha criado en el viñedo y se ha formado en viticultura en Princeton, por lo que el
futuro de las bodegas Marimar Estate, fundadas en 1993, parece asegurado.