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En VadeVino Editorial pensamos que mantener en lo posible la normalidad es la mejor vía para recuperar el pulso cuando se supere esta nueva crisis. Llega apenas superada otra muy larga, de más de diez años, en la que hemos hecho muchas cuentas, hemos pagado puntualmente los impuestos (crecientes: parece que la mitad de los más de 30.000 kilómetros al año que hacemos en carretera los hacemos para pasear) y hemos mantenido en lo posible la normalidad. Todo ello sin recurrir al muy liberal recurso de tender la mano para pedir ayudas, subvenciones, deducciones y similares a las Administraciones públicas, que, por no dar, ni siquiera nos incluyen entre los medios en los que publicar sus publicidades.

Es el camino seguido desde 2008: somos los mismos, las publicaciones tienen el mismo estilo, dimensiones y calidad, cobramos en debida forma y fecha (salvo apuros puntuales, cuando hemos de pagar un IVA que aún no hemos cobrado) y no se han recortado (tampoco hemos podido subirlos) emolumentos a nuestros colaboradores. Se prescindió de presuntos lujos, como contar con una sede, para pasar al teletrabajo, cada uno desde su casa.

Así, la reclusión obligada por la pandemia del coronavirus Covid 19 es la normalidad para la corta plantilla de esta casa. Y así seguiremos, mientras no se den imponderables externos. Es muy probable que las circunstancias impongan retrasos en la aparición de las publicaciones, pero no será por causa propia.

Vamos a mantener nuestras fechas de redacción, producción e imprenta, no sólo para este número, que no sabemos cuándo llegará a manos de nuestros lectores, sino también para los próximos y para las otras publicaciones, el monográfico 100 Creadores del vino español, que debería salir en junio, y la Guía Proensa, como siempre en noviembre.

Agradecemos la inmejorable disposición de todos nuestros colaboradores y proveedores, imprescindibles en la recuperación de la normalidad.

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