Dos de las zonas emergentes más sólidas del mapa vinícola español
están desarrollando nuevas alternativas de cara al futuro. La DOC
Priorato puso en marcha en 2009 los vi de la vila, que en solo dos
cosechas ha alcanzado velocidad de crucero. Por su parte, Rías Baixas
busca el desarrollo de lo que muchos consideran la segunda división
de sus vinos, los que rompen el monopolio de la estrella Albariño. Son
dos de los temas principales del número de octubre-noviembre de
PlanetAVino, que ya está en los quisocos.

Las zonas grandes no se detienen por una crisis pasajera. Aunque sea tan profunda y larga como la que vive el vino español, que es anterior a la crisis general y que probablemente se prolongará más porque tiene sus propios argumentos añadidos. A pesar de los contratiempos comerciales, de la saturación de los mercados, sobre todo el interno, y de la crisis del ladrillo, que se ha llevado por delante no pocos proyectos bodegueros, alguno de ellos realmente faraónico, uno de los rasgos distintivos de las grandes bodegas y de las grandes zonas vinícolas es que esas dificultades no se traducen en la paralización de sus trayectorias. La DOC Priorato y la DO Rías Baixas, que aspira también a ser distinguida como denominación de origen calificada, ofrecen una actitud ejemplar en ese sentido.

DO de municipio

Si hay una zona que se ve afectada de forma especial por esas dificultades es la DOC Priorato. La que fue calificada hace medio siglo como “la mejor zona vinícola del mundo”, nada menos que por la FAO, ha sustentado su despegue de las dos últimas décadas en vinos de precios altos, que son los que primero y de forma más profunda han notado la crisis. Las bodegas no se quedaron pasmadas como en otras zonas y, en lugar de depreciar sus vinos estelares, han lanzado nuevas marcas más asequibles, algunas de ellas sin desdoro de la calidad.

Además, han seguido adelante con la creación de una nueva indicación geográfica en sus seno, los vi de la vila, algo así como una denominación de origen de municipio. Esa novedad se sustenta en un profundo estudio de los suelos y delos diferentes pagos vitícolas que ha dado lugar a un detallado mapa de las aptitudes vinícolas de la comarca. No es un trabajo novedoso y se ha realizado en otras zonas españolas. La diferencia es que en otras se ha guardado en un cajón porque daría conclusiones poco convenientes y en el Priorato ha devenido en la creación de doce subzonas que llevan el nombre de los municipios que la integran aunque sus límites no coinciden exactamente con los perfiles políticos de esos términos municipales.

El proyecto se puso en marcha en la cosecha ‘07 con unos pocos vinos que han visto la luz a finales de 2009 y ha tomado velocidad seria en la cosecha ’08 con la adhesión de un buen puñado de nuevas estrellas de la galaxia Priorato. Miguel Ángel Rincón cuenta todo sobre los vi de la vila y el equipo de cata de la PlanetAVino ha catado los vinos.

Vida más allá del albariño

Una situación parecida ante la crisis ha tenido la DO Rías Baixas, que coincide con Priorato en su condición de zona de futuro y también en la cuestión de precios: fue la zona que enseñó a los españoles a pagar precios relativamente altos por un vino blanco. La asimilación de esos precios, que en su día fueron casi escandalosos, es una muestra de la aceptación de sus vinos, sobre todo de los elaborados exclusivamente con Albariño, que son los que sustentan la fama de la zona hasta el punto de oscurecer con el genérico albariño el propio nombre de la DO Rías Baixas.

Una vez explorados los diferentes caminos que se pueden tomar con el monovarietal (maceraciones y maduraciones, vendimias tempranas y tardías, crianza sobre lías, elaboración y crianza en barrica, maduración en el botellero, vinos de finca) y ante la posibilidad de encontrar la competencia de albariños elaborados en otras zonas, algunas bodegas vuelven su mirada a las enormes posibilidades que ofrecen las otras variedades de uva de la zona, cepas de calidad y con marcada personalidad que aportan matices únicos a la uva dominante.

En este número de PlanetAVino, un artículo de Andrés Proensa, director de la revista, analiza el proceso y rinde homenaje a las personas que mantuvieron y mantienen esos vinos. El comité de cata destaca los mejores de esos vinos alternativos al albariño varietal. Entre ellos, algunos de los nombres señeros de la zona, que suelen ser considerados como albariños aunque intervengan otras variedades de uva.

Uno de los males que aquejan a los vinos blancos españoles de gran aceptación, incluidos algunos vinos de Rías Baixas y otras zonas gallegas, donde no haría falta alguna la intervención tecnológica, es el de la globalización. El uso de diferentes recursos tecnológicos está laminando los rasgos varietales de algunos tipos de uva, incluidos algunos de notable fragancia natural. Un riesgo que pone de manifiesto José Hidalgo en su entrega bimestral de Saber Más, dedicado a Blancos Globalizados.

Mirar a la historia

No todo es vanguardia y futuro. En PlanetAVino se tiene en cuenta también la historia, a veces para mostrar modelos de mérito que sirvan de ejemplo, otras para no repetir errores pasados. El capítulo de este número de Historias del Rioja está dedicado a Diego Quintano, el auténtico precursor de la renovación de los vinos de Rioja aunque el mérito haya sido para su hermano Manuel. Toda su peripecia por tierras francesas y la primicia de sus anotaciones manuscritas, hasta ahora bien guardadas por sus descendientes, están en esta ilustrativa historia de un ilustrado de Labastida.

También sobre ilustraciones, pero en otro sentido, versa el artículo dedicado a los libros antiguos de El Anaquel de Eduardo Martín. Esta vez no está protagonizado por un tratado o un libro sino por los ex libris, esos grabados que se imprimían en los libros y que en ocasiones son auténticas obras de arte. Reproducimos una selección de ex libris con motivos vitivinícoilas que son una especie de pequeña galería de arte.

También cargado de historia está el viaje que proponemos en este número. El destino es Yecla, un entorno con miles de años de presencia de la vid y el vino y con dos industrias características, el vino y el mueble, más relacionadas entre sí de lo que a primera vista parece.

Un reina renacida

La ginebra, protagonista de la sección Planeta 40º de este número de octubre, es una vieja conocida de todo tipo de combinados, cócteles y, en su versión menos recomendable de consumo, botellones varios. Hay ginebras para todos los gustos y las nuevas tendencias han proporcionado al aromático destilado un nuevo brillo. Es la reina reinstalada en su trono, una posición que nadie discute en Menorca a la entrañable pomada, protagonista de fiestas y jolgorios en la isla y que tiene su capítulo especial en esa entrega de la sección de las bebidas fuertes dedicada a la ginebra.
Además, las secciones habituales de Noticias (con la crónica de Grandes de La Rioja 2010 y un perfil de Pedro Ballesteros, el primer master of wine nacido en España), Estrenos, Destacados, Pistas (L’Atelier de Robuchon, en París, y Herventia, en Logroño), Barra Libre, Cocina al Vino (en este numero con una deliciosa lubina a la sidra), y Marcas, una sección que va y viene y que saluda el treinta aniversario del cava Kripta. Y los capítulos de opinión habituales, firmados por Andrés Proensa, siempre en La Luna (El lado bueno de la crisis), y Pepe Iglesias y sus aguijones de El Toque del Quera (Alcohólicos, bebedores y borrachos).

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