Señorita Malauva
Barbieri, 20. Madrid.

http://www.vinotecamalauva.es

.com
En Malauva se organizan talleres para
todas las edades.
Al lado del populoso Mercado de San Antón, en el barrio madrileño de Chueca, es la última vinoteca llegada a la capital, en este caso procedente de Castilla y León. Señorita Malauva surge en Valladolid, donde abrió su primera tienda hace un par de años para después trasladarse a Palencia y ahora busca hacerse un hueco en Madrid. Gustavo Calvo, su propietario, habla de “enoturismo urbano” para referirse a este concepto de tienda de vinos que asegura novedoso y entregado a la difusión de la cultura vinícola más allá de las bodegas. La idea es ofrecer constantemente actividades y catas a los urbanitas para darles a conocer nuevas elaboraciones y bodegas, además de poner en valor la provincia vallisoletana como destino turístico, al igual que toda la región castellano leonesa, desde sus vinos y su gastronomía.

IMG_1984De este modo, los clientes tienen a su alcance eventos de toda índole, presentaciones de vinos, catas, cursos, visitas a bodegas, salidas al campo… y por supuesto degustaciones, la posibilidad de tomar diferentes vinos acompañados de variadas propuestas culinarias, y comprar lo que quieran. En la oferta se incluye la colección de esta Señorita, compuesta por referencias de elaboración propia (Ribera del Duero, Arribes, Toro), de bodegas singulares con las que colabora desde hace dos años; la colección de complementos para hombre y mujer que la diseñadora vallisoletana Bárbara Pintado ha creado para Malauva; menaje y complementos del vino, además de los productos recién incorporados de la Asociación de Artesanos Alimentarios de Castilla y León.

IMAG0252Toda esta actividad y el desarrollo de los proyectos es posible gracias al Club Malauva, un gran grupo de amigos que llegan a más de diez mil entre las tres direcciones que tiene la vinoteca. Son ellos los que responden a todas las propuestas y acciones que organiza esta Señorita Malauva y que igual que les convoca a conocer un nuevo vino también les puede llevar a vendimiar, e incluso a un rincón bonito de cualquier pueblo para participar de una cata bajo las estrellas. Sin duda, una manera diferente, atractiva y muy apetecible de acercarse y disfrutar del vino y su mundo.Mara Sánchez.