Lo sé, es cierto, hace ya muchas semanas que no aparezco por estos fueros pero es que el tiempo pasa demasiado rápido y, en los últimos meses, el sector parece no querer dejarnos parar. Lo que celebro, por supuesto. Viajes, almuerzos, catas, presentaciones, novedades, showrooms, salones de toda índole… Estos meses ha habido semanas en las que nos han faltado horas para poder estar y probarlo todo. Es por eso que en esta ocasión, y dado el tiempo transcurrido, he pensado que hacerme eco de algunos de esos momentos vividos, y disfrutados, puede ser lo más acertado. Manera, además, de hacerme eco de algunas noticias que aún no hemos colgado en nuestra web, y compartir esos ‘movimientos’ que se van produciendo en el sector.

PIRINEOSComenzaré por etiquetas recién llegadas y que por sus características llaman la atención, incluido el resultado obtenido. Entre lo más reciente asistimos a la puesta de largo de los nuevos vinos de Bodega Pirineos (desde 2007 propiedad del Grupo Barbadillo), en el Somontano, en el mercado desde finales de diciembre pero que hoy ofrecen mejor cara gracias al medio año transcurrido. Tres nuevas creaciones que llevan la firma de Jesús Astrain, el enólogo de la bodega, y que tienen como denominador común la frescura, línea argumental de su creador, junto a la expresión del lugar del que proceden, otro de sus empeños. Vinos que además estrenan imagen, común a las tres elaboraciones y con el caballo como protagonista, logo de la casa desde sus inicios en 1993. Pirineos Blanco 2014 es un coupage con 75% chardonnay, 20% gewürztraminer y 5% sauvignon blanc, equilibrado, de gran frescura pero también con volumen. Notas de fruta blanca, cítricos, balsámicos, especias, recuerdos florales, junto a un agradable dulzor y untuosidad en boca que le aporta la gewürztraminer. ¡A tener en cuenta!

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Los tres en torno a 5-6 euros, y con una producción de alrededor de 130.000 botellas cada uno. Pirineos Rosado 2014 es un tempranillo con un pequeño porcentaje de cabernet sauvignon que se apunta a la moda de los rosa pálido, en lo que a color se refiere. Perfumado, de marcada nota ácida, fresa, caramelo rojo, pero también cereza y rosas. Fresco, fluido y muy vivo. El tercero es Pirineos Tinto 2013, con cuatro meses de barrica compuesto por merlot y un 5% de syrah. Muy balsámico, con aromas de monte bajo, eucalipto, resinas, palote, mermelada de fruta roja, y toques de su paso por la madera. Boca jugosa, con cierta madurez compensada por la frescura que le aporta su marcado carácter balsámico. A un precio de entre 5 y 6 euros, han embotellado unas 130.000 botellas de cada vino.

En el ‘mundo blanco’ han hecho acto de presencia curiosidades de diversa índole. Desde Rioja, Barón de Ley se lanza con un semidulce que recomienda de aperitivo, Barón de Ley Semidulce 2014 (PVP, 6 euros), pero que sorprende gratamente si lo tomas, por ejemplo, con un sencillo filete de pollo a la plancha. Con 80% de viura y 20% de sauvignon blanc, y poco más de diez grados, ofrece agradables sensaciones mentoladas (hierbabuena). Es fresco, amable, aromático, y en absoluto con la dulzura que en principio se podría presuponer. Realmente rico porque me ha sorprendido.

CODORNIÚ

La fructífera casa Codorníu presentó hace unos meses su primer vino tranquilo, Viñas de Anna, un blanco elaborado a partir de uvas propias dentro de la D.O. Catalunya. Con una versión monovarietal de chardonnay (para el canal distribución), el Viñas de Anna Blanc de Blancs 2014 completa esa chardonnay con un poquito de moscato que le aporta aromas florales a las notas tropicales y de fruta madura que presenta. Es fresco, con claros recuerdos cítricos y un fondo especiado. Decir que se envuelve de una delicada imagen, sin duda muy femenina, aunque sea un adjetivo que rehuyo bastante.

Y tras éste, ahora regresan con un nuevo estreno, en este caso bajo su nueva marca CodorNew, dirigida a las nuevas generaciones de consumidores, esto es, al público más joven (franja entre 25 y 40 años). Se trata de FRIZZ 5.5, dos frizzantes (blancos con burbuja. PVP 7,50 €), de graduación 5.5, dirigida a esos nuevos públicos que ya se muestran receptivos con este tipo de productos por su frescor, dulzura y textura ‘chispeante’, sin olvidar su poco alcohol. Uno de albariño y otro de verdejo, se obtienen a partir de vinos fermentados totalmente, por lo que se les supone mayor intensidad y cuerpo. Antes de embotellarlos, una segunda fermentación les proporciona sus atractivas burbujas. Si no vinos en el sentido más purista del término, sí una buena vía de entrada a esos ansiados consumidores.

CAMPO-ELISEO-CAMPO-ALEGREVolviendo por nuestros fueros, hay que reseñar la llegada de Michel Rolland y François Lurton a Rueda con su bodega de Toro, Burdigala. Los primeros verdejos de estos prestigiados enólogos bordeleses son Campo Elíseo y Campo Alegre con lo que, las que hasta ahora eran sus marcas de tinto en Toro, amplían su gama con dos vinos procedentes de viñedos de La Seca, localidad en la que han empezado ya a construir bodega propia. Campo Elíseo 2013 llega como el ‘top’ (PVP. 23 €, aprox.), elaborado a partir de viñas de unos 40 años, con una crianza de 14 meses y previa fermentación también en barricas francesas, dominios absolutos de Lurton fruto de su larga experiencia (recordar su paso por Belondrade y Lurton). Muestra claramente notas de crianza, aromas de nata, tostados, crema, que luego en la boca se acompañan de una marcada acidez que, sin duda, se pulirá y equilibrará con tiempo en botella. Vino con estructura y potencial de guarda.

En cuanto a Campo Alegre 2014 (12,5 € aprox), el joven de la casa, tiene la particularidad de estar fermentado en tres partes iguales, sobre lías: un tercio en huevos de hormigón, aunque pretenden empezar con huevos en foudres; otro en depósitos, y el tercero en barricas nuevas francesas. El resultado es un vino aromático, intenso, con una buena y compensada frescura, su valor más destacado. Ah, va con tapón de rosca.

Botella-Rosa-Ruiz-2014Desde Rías Baixas, Bodega Santiago Ruiz acaba de sacar al mercado una nueva elaboración, Rosa Ruiz 2014 (15,90 € aprox) su primer monovarietal de albariño del que solo saldrán 3.500 botellas. Procede de una selección de cepas viejas de su viñedo de O Rosal, ha hecho la maceración prefermentativa en frío con nieve carbónica durante 12 horas, y ha tenido una crianza de seis meses sobre lías. Su nombre responde al de la hija de Santiago Ruiz –con quien aparece en la original etiqueta–, dedicada también durante toda su vida a la bodega junto a su padre. Con 38 hectáreas de viñas propias, trabajan con las cinco variedades q admite el Consejo Regulador, albariño, loureiro, treixadura, caíño blanco y godello, siendo mayoritarias las dos primeras.

Recién embotellado, junto a unas marcadas notas cítricas en la nariz hay aromas de flores blancas y hierba fresca Un vino glicérico, untuoso, que llena la boca, con persistencia. El no haber hecho la maloláctica y su gran acidez le auguran una buena evolución en botella durante los próximos años. Un nuevo albariño para aguantar en el tiempo y desarrollarse.

Espacial-Garnacha-en-altaPor último, en este bloque de los recién aterrizados, una mención al proyecto del enólogo y viticultor Manuel Herrera, Finca Herrera, quien en los últimos tiempos se prodiga bastante por los círculos vinícolas aunque su vinculación con el vino suma décadas; es hijo de Pascual Herrera, actual presidente de la DO Cigales y quien también participa en sus elaboraciones. Con una pata en Cigales (bajo la marca Musculoso) y otra en Madrid, pruebo los que elabora bajo la denominación madrileña, en concreto con uvas de Villarejo de Salvanés. Tiene un blanco de viñas viejas de malvar, Bailarina 2014, amable y goloso en nariz, con aromas de flores y frutas, aunque en la boca, fresca, resulta mucho más sutil y sencillo. Me parece más interesante la garnacha con que elabora Espacial Garnacha 2013 (9,80 €), con maloláctica en hormigón, criado también en depósito de hormigón más tres meses en barrica nueva francesa, aunque un 12% de las uvas empleadas permanece hasta seis meses. Un vino intenso, fresco, con aromas de frutos rojos y fruta en sazón, que en boca, aunque con un tanino por pulir, resulta carnoso, sabroso, y con persistencia. Como curiosidad, las etiquetas son obra de sus hijos.

En el apartado de los que cambian de imagen y/o sacan nuevas añadas rescato otros tanto, empezando por algunos de los vinos del grupo Rioja Alta, que este año, en su 125 aniversario, está inmersa en estrenos varios. Al tiempo que me atrevo a adelantar que en pocos meses nos darán alguna sorpresa sumando una nueva elaboración a su protfolio (¡nada más puedo decir!), entre las existentes han rediseñado la imagen de su albariño y del Áster crianza que hacen en Ribera del Duero, a los que se sumará Áster Finca el Otero en la próxima añada. En ambos casos, etiquetas más elegantes, limpias y actuales.

LAGAR-Y-ASTERLagar de Cervera 2014 (11 €), de sus viñedos de O Rosal y Cambados, les ha salido especialmente rico, tanto por los matices aromáticos como por las sensaciones en boca. Un vino intenso en nariz, con fruta blanca, notas tropicales (piña) y recuerdos a hierba seca. Complejo y equilibrado en boca, fresco y untuoso, carnoso, de paso largo y persistente. Con marisco el tándem resulta perfecto, y el disfrute interminable…

INSPIRACION_ALTO_CANTABRIA

Áster crianza 2010 (15 €) es un monovarietal de tinta del país de las parcelas que circundan la bodega en la localidad burgalesa de Anguix, a una altitud que ronda los 780 metros. El 75% de vino realizó la maloláctica en roble francés y luego ha tenido una crianza de 22 meses en barrica. En nariz presenta aromas de fruta roja, especias, balsámicos, recuerdos de panadería, toffe. Amable, maduro, cremoso, equilibrado, sabroso, láctico, buena acidez y madera integrada. Con recorrido.

El caso de Inspiración Valdemar es más el comienzo de una nueva etapa. También en la celebración de su 125 cumpleaños, y a partir de un exhaustivo trabajo en el viñedo, ha dado un cambio al diseño y la denominación de los seis vinos que conforman la gama Inspiración respondiendo cada uno a las parcelas únicas de las que proceden, todas en suelo riojano y seis elaboraciones que representan la línea más moderna de Valdemar.

Alto Cantabria es un tempranillo blanco; Las Canteras se compone de un 70% de tempranillo y 30%  de graciano; Balcón de Pilatos es un maturana que completan con un 8% de tempranillo; Las Seis Alhajas es su monovarietal de graciano; y luego sus dos vinos especiales son Inspiración Valdemar Edición Limitada (70% tempranillo, 15% experimental y 15% graciano) e Inspiración Valdemar Selección (80% tempranillo, 10% graciano y 10% maturana), la excepción porque no están elaborados con uvas de una sola parcela sino de varias. De entre todos os recomiendo probar el blanco Alto Cantabria 2014 (9,50 € aprox.), por distinto, novedoso y por ser el primer monovarietal de tempranillo blanco en el mundo. Intenso, fresco, de marcados aromas tropicales (piña) y puntas cítricas (pomelo), en boca resulta graso, untuoso, pero sin perder el carácter frutal. Buen equilibrio.

Foto-Dominio-de-Tares-GodelloSiguiendo por el camino de los blancos, al final grandes protagonistas en esta entrega, Dominio de Tares Godello 2014 (12 €) sale de la mano del nuevo enólogo de la bodega berciana, Rafael Somonte. Un godello de viñas de más de 20 años, con seis meses de barrica francesa, del que han elaborado 15.000 botellas y que puede se redondee en la botella. Por el momento, presenta aromas de hierbas aromáticas (hinojo), heno, flores blancas y fruta blanca madura, recuerdos de panadería y notas tostadas. En boca, ligero y fluido, mantiene una elevada acidez que seguro el tiempo reduzca favoreciendo su equilibrio.

ABADIA-RETUERTAPor último, hace un par de meses Abadía Retuerta ha presentado las nuevas añadas de sus vinos Selección Especial 2011 (tempranillo, cabernet sauvignon y syrah), Pago Negralada (tempranillo), Pago Garduña (syrah), Pago Valdebellón (cabernet sauvignon) y Petit Verdot 2012 y Blanco LeDomaine 2014 (sauvignon blanc con un toque de verdejo y otras blancas). En esta casa tienen identificados 54 pequeños pagos, con muy distintas características, y cada uno de ellos está plantado con una única variedad, aunque del total de su viñedo el 70% es tempranillo, un 10% cabernet y otro 10% syrah, repartido el resto entre merlot, petit verdot y algunas variedades blancas con las que hacen LeDomaine. Ángel Anocíbar es la figura clave de Abadía Retuerta, viticultor y meticuloso enólogo, quien mejor entiende las uvas y los terruños que poseen, y creador de todos sus vinos. De entre los que destaco Garduña y Negralada por el momento en que los cato y me gusta mucho lo que encuentro.

Pago Garduña 2012 (60 €), con 18 meses de barrica, se encuentra en un punto óptimo, con una nariz elegante, expresiva, muy varietal, presenta aromas de fruta en mermelada, lácticos, especias, notas de pastelería y finas maderas. La boca es amplia, equilibrada, cremosa, fresca, con taninos finos, aromas de la barrica muy bien integrados, y de final largo. Por su parte, Pago Negralada 2012 (60 €), con casi dos años de crianza en roble nuevo francés, es un tinto intenso, complejo, serio. Destacan aromas de fruta bien madurada, frutos silvestres, notas balsámicas, tostados, juanola y fondo floral. Boca con estructura, voluminosa, carnoso y con gran equilibrio. Sabroso, de noble expresión tánica y buena persistencia. Augura grandes satisfacciones con su paso por botella.

Y con esto, corto y cambio. Como habéis comprobado, vinos de diversa índole para todos los gustos y bolsillos. Lo próximo, espero a no mucho tardar, irá de burbujas…