Madrid, 23 de septiembre de 2016. MS.- Después de esta segunda edición de la Cata del Barrio de la Estación, parece evidente  que el plan toma fuerza como reclamo y destino enológico. Las alrededor de cinco mil personas que el pasado fin de semana se han desplazado hasta Haro para participar en la jornada popular organizada en el Barrio de la Estación lo certifican. Un público de perfil muy variado y de las más diversas procedencias -pues se ofertaron paquetes turísticos para facilitar el desplazamiento y la participación- se dio cita en las calles de este barrio y disfrutaron de lo que las siete bodegas organizadoras habían preparado para ellos. A pesar de unas condiciones climatológicas menos propicias que las de la primera edición, todos los asistentes visitaron cada una de las firmas y degustaron los catorce vinos que en total había preparado para ellos, además de poder probar algunas tapas de la cocina riojana y divertirse con las actividades que durante toda la jornada se desarrollaron en cada una de las bodegas y por las calles de este emblemático entorno vinícola. Una divertida experiencia que el día antes disfrutamos los en torno a seiscientos profesionales convocados para la ocasión.

Jornada-Profesional

Jornada profesional

Fue el viernes 16 de septiembre cuando comenzamos, dirigidos por el gran maestro de ceremonias que es Pedro Ballesteros, el único Master of Wine español, a primera hora con una original cata junto a los enólogos de esas siete firmas organizadoras, R. López de Heredia Viña Tondonia; Compañía Vinícola del Norte de España (CVNE); Bodegas Gómez Cruzado; La Rioja Alta; Bodegas Bilbaínas; Bodegas Muga, y Bodegas RODA. Uno a uno comenzaron hablando de sus casas y sus vinos para después pasar a explicar el perfil de alguna de sus elaboraciones. A partir de aquí, y con copas delante procedentes de diferentes viñas, variedades y/o parcelas, los asistentes tuvimos que ‘jugar’ a ser bodegueros por un día y ser capaces de deducir, a partir de sus explicaciones y después mediante la cata y la mezcla, con qué porcentajes de cada copa se lograría ese vino elegido. Una manera diferente de explicar los vinos de ensamblaje, práctica habitual en la historia de Rioja y en los vinos de estas bodegas del Barrio de la Estación.

María José López de Heredia eligió el ‘sexto año’ de la casa, un concepto que para ellos es sinónimo de la crianza perfecta y vino que sale al mercado como Viña Cubillo. Agustín Santolaya, de Roda, trajo cuatro muestras de la añada 2015 para explicarnos los vinos ‘rojos, que son esas uvas destinadas a Roda, y los vinos ‘negros’, más profundos y por ello destinados a Roda I. Alejandro López, nuevo director enológico de Bodegas Bilbaínas, insistió en la importancia de la selección de viñedos para la elaboración de sus Viña Pomal, reserva y gran reserva. Por su parte, desde Rioja Alta Julio Sáenz dio el protagonismo a Viña Ardanza, una referencia que cumple 75 años el próximo año y “sin el que hoy no estaríamos aquí”, quiso apuntar. Se refiere a él como “el vino de la necesidad; la necesidad de mezclar variedades, tempranillo y garnacha”, y fue de esas uvas concretas (presentes en las copas) y de sus particularidades sobre lo que versó su intervención.

En cuanto a Bodegas Muga, Manuel Muga tomó la palabra para hablar del nacimiento de Torre Muga “fruto de una idea más moderna de Rioja”, aunque la cata sería de su Selección Especial, previo pues lleva en la familia desde 1994. Fue Vicente Almodóvar, uno de sus enólogos, quien después explicó lo que se proponen a partir del coupage que lo conforma, tempranillo, garnacha, mazuelo y graciano. Con cuatro muestras distintas de la añada 2015 volvimos a intentar acercarnos al perfil de ese Selección Especial.

Jornada-Festiva

Jornada festiva

María Larrea, enóloga de CVNE, incidió en la importancia que tiene para ellos la crianza en barrica para hablar del Imperial Gran Reserva. Por ello se apoyó en muestras de la cosecha 2014 distintas entre sí por las maderas en las que se encontraban. El cierre corrió a cargo de David González, de Gómez Cruzado, quien se atrevió con un vino blanco después de haber catado tantos tintos pero elección que nos dejaría muy buen sabor de boca. A partir de muestras también de 2015, en su caso de viuras y tempranillos blancos, la finalidad era lograr su particular Montes Obarenes 2015, un vino muy distinto de lo que asociamos a estas tierras riojanas. El reto, a partir de viñedos vendimiados en diferentes momentos y con diversas crianzas. Tras esta interactiva cata, una larga jornada para visitar las distintas bodegas y catar sus más variadas elaboraciones.

Al día siguiente,  esas puertas volvieron a abrirse pero para el público general, que transitaría libremente por todo el Barrio disfrutando de catas, gastronomía, y las actividades de toda índole que se habían organizado para la ocasión.
Recordamos una vez más que esta original acción enoturística, única por ahora en nuestro país, está promovida por la Asociación para el Desarrollo Turístico del Barrio de la Estación (ADT), una agrupación integrada por esas siete firmas participantes y creada con la finalidad de promover el desarrollo turístico de esta zona mediante la organización y realización de acciones conjuntas, buscando consolidar este lugar entre los principales destinos enoturísticos del mundo. Objetivo que seguro alcanzarán en un corto espacio de tiempo dada la acogida recibida por los miles de visitantes que un año más han acudido a la llamada de este histórico Barrio.