Madrid, 22 de marzo de 2018. MS. – De momento, el grupo riojano ha delimitado 16 de sus hectáreas de viñedo para la práctica de una viticultura totalmente ecológica, esto es, donde no van a emplear productos fitosanitarios de síntesis, ni herbicidas, ni acaricidas, ni fungicidas ni insecticidas. Así lo ha explicado el director de Viticultura de La Rioja Alta. S.A.,

Roberto Frías en La Pedriza.

Roberto Frías en La Pedriza.

Roberto Frías, quien añade que sólo usarán “cobre y azufre para el control de mildiu y oidio, respectivamente, además de extractos de hongos, algas y vegetales para otro tipo de patologías. En caso de necesitar aplicar algún fertilizante, será de tipo orgánico”. Una decisión que han tomado, continúa, “para aprender y estudiar cómo repercute en nuestros viñedos, uvas y vinos la no utilización de productos fitosanitarios convencionales”. Aunque, a priori, está convencido de que será beneficioso para todos y contribuirá, de manera positiva, aViñedos La Rioja Alta SA-59 la calidad de sus vinos.

Para esta fase inicial, el grupo bodeguero ha seleccionado dos parcelas, una de seis hectáreas de garnacha en la finca La Pedriza, localizada en Tudelilla (Rioja Baja), y otra de diez de uva tinta del país en Áster, la bodega que tienen en Ribera del Duero (Anguix, Burgos). Es sólo un primer paso pues son casi 650 las hectáreas de viñedos propios que tiene el grupo entre Rioja, Rioja Alavesa, Rías Baixas y Ribera del Duero, aunque viene a sumarse a otras medidas de actuación tomadas con anterioridad en pro de una gestión sostenible. Entre ellas, recuerdan desde la compañía, “el empleo de alternativas biotecnológicas para el control de plagas, el mantenimiento con cubierta vegetal de más del 30% de la superficie total del viñedo, o los programas de I+D+i que, por ejemplo, nos han permitido apostar por la fertirrigación en las viñas de Lagar de Cervera, nuestra bodega en Galicia”. Por su parte, Guillermo de Aranzabal, presidente del grupo y quien referencia su compromiso convencido con la defensa del medio ambiente, apunta “la limitación al máximo de los tratamientos en las viñas, la reutilización del agua en las bodegas, el uso de corchos y estuches con materiales gestionados de manera sostenible o la inversión en energías limpias como la biomasa, la eólica y, próximamente, la solar”. Para ello, en los meses venideros van a instalar un parque de placas solares en la bodega que tienen en Labastida (Álava) que, dicen, les va a garantizar una parte importante del suministro energético.