Juan Luis Cañas en uno de los viñedos que participan en Pendón de la Aguilera.

Juan Luis Cañas en uno de los viñedos que participan en Pendón de la Aguilera.

Madrid, 12 de octubre de 2015. MS. – “Venimos de Rioja Alavesa con la idea de hacer un gran vino en Ribera no un negocio, afortunadamente no lo necesitamos “. Quien así de claro habla es Juan Luis Cañas, cabeza visible y máximo representante de Bodegas Luis Cañas, la empresa familiar fundada en 1970 por su padre, Luis Cañas, y de la que Juan Luis toma las riendas en 1989.

Con una reconocida e impecable trayectoria en la Rioja Alavesa (Luis Cañas; Bodegas Amaren), su llegada a la Ribera del Duero se produce en 2008, cuando fundan Dominio de Cair en el municipio de La Aguilera, dentro de la zona más prestigiada de la Ribera burgalesa. Tras algunos movimientos societarios, en lo que a la compañía respecta, Bodegas Luis Cañas tiene el 51% de la propiedad, y el resto se reparte entre un 45% y un 4%. A lo largo de estos años, a medida que iban naciendo sus diferentes vinos (Cair, Cair Cuvée y Tierras de Cair), trabajaban en la creación del que imaginaban sería el top de la bodega y que al fin ha visto la luz, saliendo ayer, día 15 de octubre, al mercado. Se trata de Pendón de la Aguilera 2009, etiqueta que desde este momento pasa a ser el estandarte más exclusivo de la firma ribereña. La elección del nombre se debe a la Cruz del Pendón que se divisa desde las instalaciones de la bodega, dada su ubicación en un montículo rodeado de viñas y pinares.

PENDON silueteadaEl vino es un tempranillo elaborado con uvas de más de 80 años, procedentes de las localidades de La Aguilera y Quintana del Pidio, y en el caso de esta añada de solo cinco de las ocho viñas seleccionadas para su elaboración, “por el sabor rico de sus uvas”, apunta Juan Luis. En todo caso, señala Dani Martínez, director técnico y enólogo de la bodega, suelos pobres, con unos rendimientos máximos de 1.000-1.500 kilos de uva por hectárea, geología franco arenosa y arcillosa, y localizados por encima de los 800 metros de altitud. Esta etiqueta representa la selección de la selección, a la que sigue una fermentación alcohólica en tinas de madera y posterior maloláctica en barricas nuevas. Luego hacen batonage durante mes y medio para darle más estructura, añaden, y a continuación  una crianza de 27 meses en roble nuevo francés. El resultado, un vino fino, aromático, expresivo, complejo, que presenta notas de fruta en confitura, tofe, regaliz, balsámicos, con recuerdos de nobles maderas. En boca es potente a la vez que delicado, elegante, amplio, equilibrado, fresco y envolvente, frutal, cremoso, de paso amable, y largo y expresivo recorrido. Un gran vino de cuya primera edición tan solo salen 3.240 botellas (PVP: 186-190 €), junto a 150 mágnum y 30 doble mágnum. De las siguientes añadas, por el momento no elaborarán la 2013 (sí el resto), por lo que las uvas destinadas a Pendón pasarán a Tierras de Cair, si cumplen con los estándares marcados, y si no entran en Tierras se destinarán a Cair, favoreciendo en cualquier caso el resultado final. Una filosofía de trabajo que han venido aplicando cada año con sus otros tres vinos. Y destaco otro dato por no habitual, en cada elaboración incluyen siempre la fecha de embotellado, información importante de cara al consumidor.

Aumenta la familia ribereña

Dominio de Cair solo trabaja con tempranillo (a excepción del poquito merlot que incluye en Cair Cuvée) y dispone, actualmente, de 20 hectáreas propias a las que suma 90 más que controlan en su totalidad, propiedad de 9 viticultores con los que trabajan en exclusiva desde sus inicios. WP_20151006_13_38_12_ProEn conjunto, un viñedo viejo, con una edad media de 42 años, casi todo en vaso y en laderas, distribuido en pequeñas parcelas y con una media de producción por hectárea de 3.500 kilos de uva. Localizadas en los municipios burgaleses de Quintana del Pidio, La Aguilera, Gumiel de Mercado y Moradillo de Roa, entre 800 y 950 metros de altitud, se caracterizan por suelos arcilloso-calcáreos, arenosos y cascajosos.

En cuanto al parque de barricas, cuenta con 1.300 de las que la mitad son francesas y la otra mitad de roble americano. Cair, Tierras de Cair y Pendón de la Aguilera siempre estrenan barricas, mientras para su elaboración más joven, Cair Cuvée, emplean barricas de segundo vino para el tempranillo, aunque para el pequeño porcentaje de merlot utilizan también nuevas. En cuanto a la fermentación alcohólica, mientras Cair Cuvée y Cair la hacen en depósito, sus hermanos mayores la realizan en tinos de roble. Cair Cuvée es el tinto más joven de la familia; Cair, su crianza, y Tierras de Cair, hasta la salida de Pendón, su elaboración más top, procedente de la selección de uvas de una serie de parcelas escogidas.

Cair Cuvée 2012 (85% tempranillo y 15% merlot), de viñas de entre 25 y 30 años, tiene una crianza de nueve meses en roble francés (60%) y americano (40%). Limpio en nariz, intenso, con aromas de fruta roja, hierbas aromáticas, balsámicos, cacao, finas maderas y punta floral. Amplio en boca, fresco gracias a su marcada acidez, sabroso, aromático, toque láctico y balsámico, tanino pulido, fluido, de paso ligero y final frutal de buena intensidad. (PVP: 9 €)

Cair 2010, elaborado con tempranillo de viñas de una media de 45 años, permanece 14 meses en barrica nueva francesa (50%) y americana (50%). Complejo en nariz, expresivo, muestra aromas de frutas negras en confitura, especias, lácticos, café, bombón, chocolate amargo, notas de tabaco, tinta, mina de lápiz y recuerdos minerales. Mayor complejidad y potencia, estructurado, elegante, amplio, equilibrado, con una buena expresión tánica por domar y sensaciones de fruta en licor en el postgusto. Largo y persistente. (PVP: 19-20 €)

Tierras de Cair 2009, un vino de tempranillo de una media de 70 años de edad, procede únicamente de cuatro de los proveedores de la bodega, de viñas con poco más de 2.000 kilos por hectárea. Tiene una crianza de dos años en roble nuevo francés y es la segunda añada que elaboran (la primera fue 2008), aunque solo saldrá en las cosechas que responde a los parámetros de calidad marcados por la bodega. Nariz profunda, compleja, fina. Notas lácticas, de fruta fresca en mermelada, regaliz rojo, finas maderas, pastelería, especias dulces, anisados, after eight. Elegante, delicado, sabroso, fluido, con volumen, equilibrado, envolvente, tanino dulce y un sedoso y cremoso paso de boca. Final expresivo y de largo recorrido. (PVP: 32 €)