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Madrid, 8 de abril de 2011.- RP.- Javier Rodríguez, enólogo de la compañía de vinos Valsanzo,
comenta que hasta ahora no han entrado de lleno en el mercado español porque “no hemos
tenido tiempo”. Los vinos de Rodríguez se conocen ya en Estados Unidos, Japón, Alemania o
Francia. Pero ayer los presentó en Madrid con la intención de dar a conocer “en casa” su estilo,
que él mismo define como “personales, que no copian a ningún otro”.

Valsanzo Selección es una colección de vinos que este “enólogo volante” elabora en un
proyecto propio que abarca varias denominaciones de origen españolas y una portuguesa:
ahora está presente en Rueda, de donde es su familia y donde posee los únicos viñedos
propios de su colección; Rioja, Ribera del Duero, Toro y Douro. Su sistema de trabajo persigue
obtener vinos personales, elaborados en ocasiones con procedimientos inéditos en sus zonas,
y en colaboración con socios y viticultores de los que selecciona viñedos para hacer vinos en
bodegas alquiladas o de las que es parcialmente accionista. Así consigue lo que quiere, aportar
un toque de modernidad y ofrecer al mercado vinos asequibles que tampoco renuncian a la
calidad.

En Rueda elabora los blancos Viña Sanzo, uno de ellos joven en el que ha buscado “salirme de
la tropicalidad” y un sorprendente verdejo sobre lías elaborado en tanque y en barrica con una
proporción de 50 por ciento lías finas hiperoxidadas (para evitar problemas en el vino) y 50 por
ciento vino y un battonage constante de éstas tanto en tanque como en barrica para conseguir
cremosidad y frescura. De este vino tan solo ha elaborado 4.500 botellas que se comercializan
con un precio de unos nueve euros.

De Toro Rodríguez presentó un vino que aún tiene que pasar un tiempo en botella, llamado
Terras de Javier Rodríguez, al que califica él mismo como “un vino de terruño, sin apenas
enología” y a partir de viñedos viejos.

De Rioja Baja, una región que conoce por su trayectoria enológica como socio de Viña
Herminia y de la que comenta que es “un pequeño ambiente mediterráneo”, trajo el tinto La
Senoba, de tempranillo y graciano, elaborado en tanques cuyas paredes son de madera, lo que
a su juicio permite experimentar con los distintos matices que esta aporta, ya que se pueden
sustituir para “jugar con ellas”. También presentó Lacrimus Crianza, elaborado con las mismas
variedades.

Su apuesta en la Ribera del Duero se llama Parajes de Alta Expresión, elaborado con viñas
procedentes de la finca El Ahorcado, situada entre Roa y Pedrosa de Duero. Y en Portugal ha
comenzado una asociación con la bodega Messias para elaborar Dados Reserva, una mezcla
de tinta roriz, touriga nacional y touriga franca que realiza la maloláctica en barrica (un
procedimiento poco habitual en esa región) y tiene nueve meses de crianza.

Aún está poniendo en marcha la comercialización de sus vinos en España, y su inquietud le ha
llevado incluso a elaborar un aceite ecológico que ya vende en Europa y ha elaborado en La
Rioja, con el mismo nombre que uno de sus vinos riojanos, Lacrimus.