Madrid, 20 de marzo de 2015. MS. – Un encuentro profesional con el equipo de Bodegas LAN fue el pretexto hace unos días para, además de revisar la trayectoria de la casa riojana y su evolución, catar las últimas añadas y dar a conocer la nueva imagen con la que la cosecha 2010 de Viña Lanciano se presenta en el mercado.

Vista aérea de la finca Viña Lanciano.

Vista aérea de la finca Viña Lanciano.

Fundada a principios de los setenta en Fuenmayor (Rioja Alta), pasa por diversas manos hasta que, actualmente, es propiedad del grupo portugués Sogrape (Mateus Rosé), quienes se la compraron hace unos tres años a la empresa de capital riesgo Mercapital, dueños desde noviembre de 2002 del 80% del accionariado tras vicisitudes varias vividas por la bodega y su inicial propietario, el empresario vasco Gabriel Celaya.

Con Enrique Abiega en la dirección general de la bodega desde hace 12 años, María Barúa, su directora técnica, fue la encargada de presentar cada uno de los vinos presentes en el encuentro.

Viña Lanciano es la finca de la que proceden los vinos “más personales” de la casa, adelanta la enóloga, un viñedo de 72 hectáreas localizado en un meandro elevado a unos 45 metros sobre el Ebro, entre Rioja Alavesa y Rioja Alta, al abrigo de la Sierra de Cantabria, que disfruta de un microclima de influencia atlántica y mediterránea. Suelos pobres, de cantos rodados y arenas, lo que facilita que no haya retención hídrica (“la vid, para que de uvas de calidad, tiene que vivir al límite”, añadía), que a su vez tienen dividido en 20 parcelas perfectamente identificadas “porque nosotros creemos en ese terruño”, dice Barúa. En la viña tienen tempranillo, graciano, mazuelo y un 5% de garnacha, y también han comenzado a cultivar en ecológico, de lo que ya tienen cinco hectáreas certificadas de tempranillo.

Botellas Viña Lanciano, Culmen y LAN A ManoEs de este viñedo de donde procede el vino que lleva su mismo nombre, Viña Lanciano (14 €), y al que debe su mineralidad. Es el primer vino elaborado por la bodega cuando comenzó su andadura en los setenta, y por ello emblemático, y en su añada 2010 estrena imagen con una nueva etiqueta que referencia la historia de Rioja al incluir el puente romano de Mantible, situado dentro del propio viñedo.

Viña Lanciano reserva 2010 ha sido elaborado con tempranillo (85%), graciano (10%) y mazuelo (5%) de cepas de más de 30 años, y solo se hace en las cosechas que consideran destacadas. Las uvas son escogidas en mesa de selección por racimos y por granos, y ha realizado la maloláctica en roble francés nuevo. Luego, ha permanecido doce meses en roble francés y seis en barricas del Caúcaso, para terminar su crianza con 18 meses en botella antes de salir al mercado.

Un vino aromático, balsámico, con recuerdos de sotobosque, fruta roja, tostados, notas minerales, fruta madura, en sazón. Recuerdos de pastelería, mentolados, toques licorosos, especiados, con un tanino pulido. Un vino equilibrado, amable en la boca y de buena persistencia.

Cepa vieja de Pago el Rincón.

Cepa vieja de Pago el Rincón.

 

También de la finca Viña Lanciano proceden los vinos top de la casa, LAN A Mano y Culmen, pero en su caso de la parcela conocida como El Pago el Rincón. Un pago especial de 17 hectáreas, a 440 metros de altitud, donde tienen las cepas más viejas, de entre 40 y 60 años, en vaso. Dos elaboraciones de edición limitada, presentes en esta cata con sus añadas 2011 y 2010 respectivamente.

LAN a Mano 2011 (18-20 €), con un 80% de tempranillo, 12% de graciano y 8% de mazuelo, ha tenido una crianza de siete meses en madera francesa más otros seis en roble nuevo del Caúcaso. Un vino más frutal, con aromas de fruta negra madura, confitura, chocolate, café, notas balsámicas y minerales. Carnoso, potente, con volumen.

Por su parte, Culmen Reserva 2010 (sobre 40 €) es un coupage de 85% tempranillo y 15% graciano, que ha realizado la maloláctica en roble nuevo francés y una crianza de dos años en barrica francesa también nueva, más veinte meses en botella. Presenta aromas de fruta roja en licor, especias, marcadas notas minerales, de pastelería y un tanino fino. Vino bien equilibrado, elegante, con cuerpo y persistente, cuya primera añada data de 1994 y del que, desde entonces, solo han elaborado siete cosechas.

Junto a estas tres elaboraciones de referencia, la bodega riojana completa su gama de productos con LAN Blanco, LAN Crianza, LAN Reserva, LAN Gran Reserva y LAN D-12, otro vino de finca.