Madrid, 31 de marzo de 2014. MS. - “No podemos permitirnos esos posos”. Con esta determinación reconocía Pablo Álvarez , consejero delegado de Vega Sicilia, a este medio que en sus dos vinos hay un problema y van a empezar retirando las botellas de Pintia 2009 (Toro) y no comercializarán la añada 2010 de Alión (Ribera del Duero), que en este momento todavía reposaba en la bodega.
Investigan cuál puede ser su origen o motivo pero, por ahora, solo aciertan a señalar que ese poso es una especie de materia colorante que, en vez de precipitar y quedarse en el fondo de la botella, le da turbiedad al vino una imagen que, bajo ningún concepto, se puede permitir este grupo, como ellos mismos reconocen, y razón por la que retiran y paralizan la comercialización de ambas etiquetas. Manifiestan su extrañeza por lo que ha pasado, pues dicen haber trabajado como en el resto de añadas, pero “sin duda nos hemos equivocado pues es una precipitación extraña que no decanta con facilidad”, insiste Álvarez.
Dicho esto, parece ser, como publicaba el pasado viernes el periodista Fernando Lázaro, que la bodega toresana había recibido ya la llamada del algún cliente avisando de que Pintia 2009 tenía un exceso de posos. Lo que resulta curioso es que tengan el mismo problema en dos bodegas distintas del mismo grupo, y lo que les obliga a anular la futura comercialización de Alión 2010.
De cara a los clientes, la bodega enviará a lo largo de esta semana una carta informándoles del problema y ofreciéndoles cambiar su vino por otro, para lo que sacarán al mercado botellas de Pintia 2008 que tenían reservadas al tiempo que adelantarán la añada 2010. La misma decisión que van a tomar en la Ribera, sacando la añada 2009 de Alión y avanzando algunas botellas de la 2011.
En lo que a números se refiere, esta radical reacción le va a generar al Grupo Vega Sicilia un coste de 10 millones de euros pues estamos hablando de paralizar más de 320.000 botellas de Alión y retirar en torno a 240.000 de Pintia.